Haití: El robo sería el posible móvil del asesinato del presidente

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Agencias

Dos exsoldados colombianos que murieron tras el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, fueron encontrados junto con al menos 50 mil dólares, según un informe de los investigadores al que tuvo acceso Univisión.

Se cree que el dinero fue sustraído de la residencia del presidente en las horas posteriores al asesinato en la madrugada del 7 de julio.

Los dos colombianos formaban parte de un grupo de 24 hombres contratados por una empresa del sur de Florida, CTU Security, supuestamente para proporcionar seguridad a un ambicioso proyecto de desarrollo económico.

La misión de seguridad podría haberse transformado en un asesinato y un robo de dinero la noche del 7 de julio. Esto, según un informe policial internacional más detallado, revelado el miércoles por el periódico colombiano El Tiempo.

Entre las teorías que barajan las autoridades está la de que en los días previos al atentado, se había planeado matar al presidente y recuperar dos maletas negras y dos cajas que contenían millones de dólares.

De esa cantidad, una parte sería «el pago que recibirían por ejecutar la acción», según el informe preliminar que maneja la policía haitiana.

Esta hipótesis es el resultado de la investigación liderada por la Organización Internacional de Policía Criminal e Interpol. También participan Estados Unidos, Colombia, Panamá, Ecuador, y República Dominicana, informó El Tiempo.

«Los sospechosos supuestamente sabían que iban a matar al Presidente», señala el informe.

El informe de 122 páginas no mencionó la cantidad exacta de dinero, pero afirmó que «era una gran cantidad», dijo Pierre Esperance. Él es director de la Red Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos de Haití, quien dijo haber visto una copia.

Complicidad de la policía

El informe relata que las pruebas indican que hubo complicidad de la policía que se encargó de la seguridad interna de la casa. Ellos habrían dejado entrar a los asesinos sin resistencia.

El día anterior al asesinato, «el capitán retirado Germán Alejandro Rivera García (de nacionalidad colombiana) informó al grupo que la nueva orden era matar a todos los que estaban en la casa», según las pruebas contenidas en el informe.

Rivera informó al grupo de comandos de que por disposición de los «jefes» se había decidido que tras la muerte de Moïse el liderazgo del país lo asumiría la exjueza Wendelle Coq Thélot, a la que bautizaron con el nombre en clave ‘Diamante’.

El ex jefe de la unidad anticorrupción del Ministerio de Justicia haitiano, Joseph Badio, era el responsable de la entrega de armas, chalecos antibalas, vehículos e información sobre las maletas y cajas con el dinero.

La noche del crimen

En la madrugada del 7 de julio, cerca de la 1:00 de la mañana, los mercenarios llegaron a la residencia privada de Moïse. Iban organizados en cuatro grupos y distribuidos en seis camionetas.

En cada vehículo viajaban también entre tres y cuatro policías haitianos, siempre según la investigación.

En la primera camioneta iba un comando, bautizado como Delta, y en el que estaban el exmilitar Duberney Capador y James Solages, un ciudadano haitiano-estadounidense que se habría entregado a las autoridades policiales de Haití tras el magnicidio.

«Sometieron al personal de los dos puestos de control de ingreso a la casa presidencial. En cada puesto había cuatro uniformados y los montaron en la parte trasera de las camionetas», reza el texto.

El grupo Delta se dirigió a la habitación del presidente mientras que el resto permaneció en el primer piso.

Se comunicaban a través de una radio. «Sacaron las cajas, tulas y maletas al corredor para que el grupo que estaba en el primer piso ayudara a bajar el dinero y acomodar en las camionetas», apunta el documento. 

La policía tiene pendiente esclarecer la quema de tres de camionetas.

Fuente: Univisión, RT