«Lo que necesito es que se haga justicia»

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Carnicería Tu Finca Express Maracaibo
Foto: cortesía Versión Final

«Él estaba en el mostrador y fue el primero en recibir los disparos. Tenía dos daños en la carnicería, empezó como ayudante de limpieza, pero como nuestro padrastro es el jefe de carniceros, le enseñó el oficio», reveló Wilson, hermano de Luis Castilla, la única persona fallecida tras los ataques armados registrados en Maracaibo el pasado sábado.

En una entrevista al medio local Versión Final a las afueras de la funeraria donde velaban el cuerpo de su hermano, Wilson contó que apenas se llevaba dos años con Luis y «eran inseparables». Prestaron servicio militar en 2016, al año siguiente se fueron a Colombia y regresaron antes de que llegara la pandemia por la COVID-19.

Luis Castilla era una de las cuatro personas heridas el sábado en la carnicería Tu Finca Express luego de que dos hombres armados entraran a disparar a mansalva. Murió en la madrugada del domingo tras recibir un disparo en el abdomen y de haber pasado del Hospital Universitario y al Materno Castillo Plaza.

El padrastro de ambos, Francisco Castilla, también trabajaba en la carnicería y ese día se dio cuenta tarde de lo que estaba pasando. «Cuando pasó eso él estaba en la sierra, pero con la bulla no supo qué pasaba. Él sintió los tiros y pensó que eran cohetes, luego Luis se le acerca, se le desploma en los brazos y es cuando entiende todo», explicó Wilson.

Luis Castilla sabía de las extorsiones

De acuerdo con él, tanto Luis, de apenas 25 años de edad, como Francisco sabrían de las extorsiones que hacían contra los dueños de la carnicería. Pero como «ya había pasado mucho tiempo del primer intento de extorsión, los jefes dieron que todo se había controlado. Hasta quitaron a un escolta que tenían en el local».

De acuerdo con las declaraciones de Wilson a Versión Final, de momento ninguna autoridad civil, policial ni militar los ha contactado para ofrecerles información oficial sobre las investigaciones. Sin embargo, el domingo por la noche una caravana del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) con unos unos 50 funcionarios y 15 camionetas se detuvo frente a la funeraria, pero nadie entró a conversar con los familiares.

Wilson Castilla pidió a los cuerpos que «se haga presión para que cesen los casos de robos y extorsión en todos lados. Pareciera inevitable ante tanta corrupción; es difícil pensar en que se va a solucionar, pero por lo menos que el caso de mi hermano quede resuelto».

Agregó que «nadie nos devolverá su vida, pero los responsables deben pagar lo que le hicieron. Lo que necesito es que se haga justicia».

Sobre su hermano, precisó que «era muy alegre, echador de broma, con todos se jugaba. Le gustaba mucho el fútbol, el béisbol. Nunca tuvo problemas con alguien, ni peleas. Evitaba eso».

Luis Enrique Castilla dejó a un niño de 7 años huérfano y a su esposa Stephan. La familia vivía cerca de la Circunvalación Tres, añadió Versión Final.

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