El economista Hermes Pérez afirmó que el levantamiento de las sanciones no son suficientes para recuperar la economía venezolana, si no se toman otras medidas en paralelo, en parte porque, según él, el país se encuentra en una cesación de pagos desde el 2017.

“Venezuela inició con una deuda externa impaga en el 2017, que está por el orden de los 60 mil millones de dólares, compartida en 31 mil millones dólares del gobierno soberano y 21 mil millones de dólares de título Pdvsa. A la fecha la deuda ha crecido de 60 mil millones de dólares a aproximadamente 90 mil millones de dólares. La deuda es del tamaño del Producto Interno Bruto de Venezuela, que es del tamaño de la actividad del país”, precisó Pérez en el programa De Primera Mano de Radio Fe y Alegría Noticias.

La deuda impaga acumulada por Venezuela está asociada a los títulos de deudas que emitió Pdvsa y colocó en New York, y “como es impaga crece de manera exponencial y crece por lo intereses”.

Agregó que por cada mes que no se paga se acumulan 600 millones de dólares mensuales y por cada año se acumula 6 mil millones de dólares. “Y eso lo vamos a tener que pagar tarde o temprano”, advirtió.

Señaló que bajo estas condiciones de impago “será difícil el ingreso de inversiones internacionales”, tomando en cuenta que el gobierno venezolano contabiliza más de 15 años que no envía información al Fondo Monetario Internacional, luego de que decidiera romper relaciones con esta entidad. 

Pérez indicó que en el contexto de un mundo globalizado e interconectado, donde los países necesitan obtener créditos, la nación venezolana no contaría con el crédito internacional. 

“Si hablamos del crédito interno, por ejemplo, el encaje legal que tiene el Banco Central de Venezuela al sistema financiero del 73 %, que en la práctica es del 100 %, establece una prohibición de facto de crédito en Venezuela. Aquí nadie tiene una tarjeta de crédito activa en años”, recordó.

Sin datos económicos 

El economista Hernan Pérez calificó como “insólito” que en Venezuela no existan datos económicos: se desconoce cuál es la deuda porque desde el 2009 no hay datos de la deuda externa, además de que “no se sabe cuánto gasta el gobierno, ni los ingresos del gobierno, ni las deudas del 2009 al 2023”. 

“Hay un estimado del Banco Mundial sobre la deuda venezolana en el 2020 en 189 mil millones de dólares. Hay que tomar en cuenta que lo que produce Venezuela está por el orden de los 90 mil millones de dólares; es decir, la deuda externa total es el doble del tamaño de la economía”, aseguró Pérez. 

Flexibilización de sanciones no son suficientes

Pérez, también docente de la Universidad Metropolitana de Caracas, aseguró que de llegar a levantarse las sanciones contra Venezuela de manera absoluta, el problema continuará por la deuda externa, la inflación y la debilidad institucional que existe. 

Explicó que la flexibilización de las sanciones permite que las empresas inviertan en la actividad petrolera, pero Venezuela tiene una serie de características a nivel institucional, jurídico y elementos asociados a la gobernabilidad, que las empresas evalúan. 

“No tenemos una situación política estable como en otros países (…) La situación económica y política del país no es una situación propicia para atraer flujo importante de inversión”, dijo Pérez. 

Agregó que actualmente Venezuela tiene 50 demandas en tribunales internacionales “y en ese contexto es difícil tener inversiones para poder reactivar la economía venezolana”.

En ese sentido, afirmó que Venezuela se mantiene “por el empeño de un grupo de ciudadanos y empresarios que todavía se paran a trabajar”, pero “Venezuela adolece de un programa económico estable”. 

“Quitan las sanciones y no es que tenemos una cola de inversionista para entrar al país. La empresa Kellogg’s, que se fue en el 2018, acaba de demandar (a Venezuela). Al ser (una empresa) expropiada, en el país están produciendo con el logo de la empresa. Eso es algo inédito que un gobierno lidere una iniciativa como esta”, sentenció.

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