Iglesia confirmó que van 45 sacerdotes fallecidos por COVID-19

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Sacerdote fallecido por COVID-19
P. Miguel Vargas, quien fuese párroco de Petare, uno de los 45 sacerdotes fallecidos a causa de la COVID-19/Cortesía

La Conferencia Episcopal Venezolana confirmó este lunes 13 de diciembre, a través de un boletín, que en lo que va de pandemia han muerto 45 sacerdotes de los 439 que se han contagiado.

Especifica el reporte que la cantidad de contagiados representa el 20,77% del total de sacerdotes (2.113), mientras que los 45 fallecidos representan el 2,13% del total de sacerdotes.

Otros datos que revela esta instancia de la Iglesia católica en Venezuela están 26 obispos que contrajeron laCOVID-19, recuperándose satisfactoriamente 22 de ellos.

De estos, 4 (un titular y tres eméritos), se encuentran dentro de los 45 fallecidos: Mons. Cástor Oswaldo Azuaje, quien fuese Obispo titular de la Diócesis de Trujillo hasta su deceso el 8 de enero de 2021; Mons. César Ortega (09 de abril de 2021); Mons. Tulio Chirivella, Arzobispo emérito de Barquisimeto (11 de abril de 2021); y más recientemente, el Cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo Emérito de Caracas el 23 de septiembre de 2021.

En el caso de los sacerdotes fallecidos por esta pandemia destaca la del párroco de Petare, municipio Sucre del estado Miranda, el P. Miguel Vargas, quien murió el pasado 15 de abril.

Precisa la Conferencia de Obispos que en 38 de las actuales 41 circunscripciones eclesiásticas de Venezuela, ha habido miembros del clero que han sufrido contagio por COVID-19, lo cual representa el 92,68% de las diócesis en el país.

Sin embargo, aclaran, solo en 17 diócesis ha habido fallecidos por COVID-19 o causas derivadas, lo que representa el 41%. La edad de los fallecidos oscila entre los 40 y 90 años, siendo los 61 años la edad promedio. El sacerdote más joven en fallecer contaba con 36 años de edad, aunque no revelaron su identidad.

Finalmente, reflexionan que en medio de la crisis mundial ante la pandemia, los sacerdotes no están exentos de los riesgos de contraer la COVID-19 en un momento en el que las personas, con mayor ahínco, buscan el consuelo del espíritu y la cercanía a la fe, para lo que los presbíteros ofrecen su servicio a la Iglesia.

La Conferencia Episcopal Venezolana, desde la llegada de la COVID-19 al país, ha exhortado a toda la población a cumplir con las directrices y recomendaciones en el campo de la bio-seguridad, afirmando que “el cuidado propio, personal, familiar y comunitario, es la mejor manera de prevenir el contagio de la COVID-19”.

De igual manera, la Iglesia invita al pueblo de Dios a “intensificar la confianza en Dios en tiempos de emergencia sanitaria”, animándoles a realizar oración a partir de la Palabra de Dios “sobre todo en familia, Iglesia Doméstica, es una expresión de la fe y esperanza que necesitamos fortalecer”.