La India decidió cancelar la orden de un cargamento de pruebas rápidas de Coronavirus a China por estar «defectuosos».
Las autoridades de salud de ese país informaron que además de cancelar el pedido de medio millón de kits de pruebas, retiraron los que ya habían distribuido a los estados.
Voceros del gobierno se apresuraron en aclarar que «no se perdió una sola rupia» tras retirar la compra, pues no habían hecho los pagos.
Las tensiones respecto a los insumos provenientes de China iniciaron a principios de abril, cuando los gobiernos regionales presionaron al Consejo Nacional de Investigación Médica para que autorizara el uso de las pruebas.
Al principio, el Consejo se negó, pero luego decidió aceptar importando un primer lote de las pruebas.
Sin embargo, días más tarde las regiones se quejaron de la falta de precisión de las pruebas, que se aplicaron incluso en pacientes confirmados positivos y aún así, salían negativas.
Por esa razón, el ente decidió hacer sus propios chequeos, determinando que, en efecto, eran imprecisas.
Por otro lado, el gobierno calificó la acusación de injusta, asegurando que sus productos cumplen estrictos controles de calidad.
«Es injusto e irresponsable que ciertos individuos califiquen nuestros productos de ‘defectuosos’ y busquen defectos basados en prejuicios», dijo el vocero de la embajada China en India, Ji Rong.
Por otra parte, diversos miembros de la comunidad científica expresaron en el pasado su preocupación por el uso de esas pruebas, resaltando que no identifican directamente al Coronavirus.