La COVID-19 deja secuelas emocionales y psicológicas

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COVID-19
Foto: referencial.

Yorelis Acosta, psicóloga, aseguró a Radio Fe y Alegría Noticias que la Organización Mundial de la Salud advirtió desde finales de 2020 que los efectos de la COVID-19 se extienden luego de haber superado la infección.

Asevera que cuando los doctores le dicen a la persona «usted es COVID positivo» se activan principalmente los miedos, ansiedades, sentimientos de tristeza en el paciente, los cuales deben ser atendidos.

«La situación de salud física es muy importante, los factores biológicos también lo son, pero los factores psicológicos y sociales también tienen que ser atendidos porque esto (el brote infeccioso por Coronavirus) se ha convertido en un problema mundial que ha generado desequilibrio», expresó.

Acosta agregó que otros especialistas alertan que puede llegar «una gran ola de problemas de salud mentales», incluso le denominan como «la ola silenciosa o invisible» que refiere a los trastornos del estado de ánimo como el estrés, el miedo, fobias y problemas que para la persona que los padece no son invisibles.

Afirmó que en el caso venezolano es muy evidente la alteración psicológica generada por la pandemia, sobre todo en aquellos pacientes que tienen COVID-19 o la han superado.

¿Qué puede hacer la familia y los amigos?

Cuando se le diagnostica a un familiar o a un amigo que tiene Coronavirus «lo primero que se debe hacer es mantener la calma», aseveró Acosta, porque en ese momento también llega una afectación para los seres del paciente.

«Con tener a una persona en casa enferma puede que ya todos sintamos que el Coronavirus nos tiene rodeados, se recuerda que se ha perdido a gente conocida, que otros familiares han fallecido por esta situación», indicó.

Pero a esta situación se agregan otras generalmente económicas como la búsqueda de medicinas, de dinero, que terminan por quebrarles emocionalmente y vivir en una situación de preocupación excesiva.

La primera recomendación es establecer una organización específica en la que se especifique donde está el enfermo, quién le prepara la comida y cómo los familiares se mantienen distantes pero a la vez cercanos.

«Hay que enviarle mensajes positivos, escúchele. También hay que animarle para que escriba porque generalmente si está muy delicado de salud no puede hablar, pero sí puede escuchar una nota de voz que le de aliento», resaltó.

Otra forma de motivar al paciente que padece de COVID-19 es invitándole a desarrollar actividades que le ayuden a despejar la mente y que puedan darle tranquilidad desde la cama.