La infraestructura educativa en la frontera no se escapa de la triste realidad nacional con el deterioro en salones, pupitres y canchas que marcan la primera visual para propios y extraños.
Una de ellas es la Escuela Técnica Agropecuaria José Pastor Villalonga de Fe y Alegría en El Nula, en el estado Apure. Por años, no ha tenido la inversión económica necesaria para el mantenimiento de toda su infraestructura.
Su directora Ana Julia Contreras destacó a Radio Fe y Alegría Noticias que la cancha principal no está en condiciones idóneas para la practica deportiva, los baños, en especial los de caballeros, tienen las pocetas dañadas, mientras que puertas y otros detalles a lo largo del tiempo se han destartalado.
También hizo mención a los pupitres que aparte del deterioro, se le agregan a la destrucción propiciada por los mismos estudiantes. Así, se suman otros aspectos a esta institución que está ubicada en las fuera de El Nula y que cuenta con una finca, donde sus potreros y vaqueras muestran igual un estado de abandono.
La escuela agropecuaria de El Nula no tiene laboratorios de ciencias
Al ingresar al laboratorio de química y física, se pudo constatar las precarias condiciones de los utensilios y materiales que son importantes para el desarrollo práctico de los estudiantes.
Allí, la docente Yeraldine Hernández manifestó que son pocos los tubos de ensayos, balanzas y otros. Además, les ha tocado practicar mediante videos en Youtube para completar las notas que exige la carga académica para el 4to año de la mención Pecuaria.
Cabe destacar que la directora ratificó esta información al aseverar que los reactivos están vencidos desde hace años y que se hace imposible ponerlos en uso.
La escuela José Pastor Villalonga de Fe y Alegría es una escuela agropecuaria que ha visto mermar sus productividad ante la falta de inversión que amerita una institución tan grande con aproximadamente 40 hectáreas y que sin dudas es importante reactivarla para ponerla en la vanguardia educativa, no solo por ser del movimiento de promoción social, sino por el modelo que propulsa valores humanos y cristianos desde el trabajo en el campo.
No obstante, y como puntualizó la directora Ana Contreras, las ONG y aliados de Fe y Alegría han contribuido la sostenimiento de la escuela en los años difíciles de crisis económica.
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