La paciencia de los equipos grandes

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Foto: Archivo.

Jan Hurtado fue fichado por Boca Juniors para suplir a Dario Benedetto, quien vio en el venezolano de 19 años un rival para pelearle el puesto.

Boca, como Real Madrid, Manchester United y otros clubes con historia, no tienen paciencia para esperar por resultados. Benedetto lo podría contar a la perfección, pues a pesar de tener la cuarta mejor racha de gol de la institución –marcando gol cada 118 minutos– decidió que quería marcharse a Europa si llegaba una buena oferta: las lesiones, las malas rachas y algunos desencuentros con la directiva apuraron su salida al Olympique de Marsella.

Juventud, potencia, rapidez y sacrificio son parte de las etiquetas que Jan Hurtado tiene atribuidas. Esta última es la que más ha llamado la atención desde que el barinés llegó al bostero: sacrificio.

El pasado domingo 25 de agosto en el partido entre Banfield-Boca por la Superliga, el equipo de Hurtado ganó 1 a 0 con el segundo gol más rápido de su historia en la Superliga: 19 segundos del primer tiempo. Tras ese tanto, el partido fue todo para Banfield. Todo. Y Hurtado terminó convertido en un central más.

Este último detalle refleja que Hurtado pasó relativamente todo el partido defendiendo y despejando balones en los tiros de esquina: su altura lo ayuda a colaborar en defensa.

Boca no lo compró para esto precisamente.

Hasta ahora son 6 partidos y 0 goles, y este es el dato que la directiva y la hinchada está valorando más: los goles.

Aunque le tengo confianza a Hurtado, creo que necesita tiempo para adaptarse y es precisamente eso lo que un equipo con tanto bulto como Boca no va a dar a Hurtado; porque las matemáticas son las mismas para él como para el resto del plantel y técnico del equipo: marcar y ganar. Si no, se van.

La novela de Hurtado

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Hurtado no la tuvo fácil antes de llegar a la Argentina: estuvo casi 7 meses sin jugar después de haber regresado con la medalla de subcampeón mundial sub-20 en Corea del Sur con Venezuela, porque su padre quería sacarlo del país principalmente por la hiperinflación.

El joven delantero tenía 18 años y el Deportivo Táchira buscó castigarlo por incumplimiento de contrato, y lo consiguió: el consejo de honor de la Federación Venezolana de Fútbol lo sancionó inhabilitándolo para jugar.

Tras cumplir la sanción, liberó su ficha y llegó a Gimnasia y Esgrima La Plata, quien vio un enorme potencial en el futbolista venezolano: aunque sólo marcó 5 goles en 27 partido, repartiendo y 2 asistencias, su rendimiento lo convirtió en noticia en el país futbolero. De hecho, uno de sus goles fue ante Boca para eliminarlos de la Copa Argentina nada más y nada menos que en la Bombonera.

A partir de allí llamar la atención del Xeneise que lo terminó fichando. Así se convirtió en el primer venezolano en vestir una de las camisetas más añoradas de Suramérica por cualquier jugador: Boca Juniors oficializó el fichaje de Jan Hurtado el 11 de julio de 2019, lo que significó sin duda el mayor reto de su carrera.

“Estoy muy feliz por llegar a este gran club. Tengo una gran alegría. Gracias a Dios se dio todo y estoy aquí en Boca, que es un mundo aparte”, admitió al llegar.

Si no es en Boca, será en otro lugar

En el fútbol, como en la vida, se necesita tiempo y paciencia para que quienes quieren y buscan obtener buenos resultados. Lástima que en los grandes equipos, como este Boca que ganó 6 Libertadores y 3 Intercontinentales, la paciencia no esté en su tabla de mandamientos.

Hurtado hasta ahora ha tenido contadas sus oportunidades y, aunque sea muy temprano para sacar conclusiones, cuando ha ingresado de recambio o ha sido titular –como contra Banfield jugando 83 minutos– no ha sido decisivo.

A la vista hay retos de peso que podrían darle oportunidades que, a la vez, si no se aprovechan podrían ser determinarle en su presente inmediato en el Boca, creciendo la posibilidad de que decidan venderlo en el próximo mercado de fichaje y buscar otro nueve.

Este domingo se jugará una edición más del Superclásico argentino por la Superliga y Boca no podrá contar con su delantero estelar Wanchope Ábila debido a una avulsión parcial del abductor derecho, lo que podría sacarlo hasta un mes de juego. La tragedia de Wanchope termina siendo una oportunidad para Hurtado que, con tan solo tiene 19 años puede convertirse en un prospecto futbolístico, por ser un delantero que aporte al juego de bandas, haciendo a veces de enganche y también aportando sacrificio si su equipo necesita ayuda defensiva.

La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces, eso dijo el filósofo suizo y co-impulsor del movimiento ilustrador Jean Jacques Rousseau. Nada que no aplique en esta historia. Una historia que la protagoniza un fruto dulce que no sabemos si terminará en amargo. Aunque no todo se termina aquí: si no es en Boca, será en otro club donde Jan Hurtado pueda demostrar que lo único que faltó en Boca fue un poco de paciencia.