“Los pecados del Sodalicio”: las amenazas a periodistas en Perú

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Sodalicio en Perú
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La corresponsal de NTN24 en Perú, María de los Ángeles Ceballos, realizó una investigación periodística sobre el Sodalicio de Vida Cristiana, institución católica envuelta en varias polémicas en el país.

En 1971, la ciudad de Lima (Perú) vio nacer una de las congregaciones religiosas más influyentes de los últimos tiempos. Se trata del Sodalicio de Vida Cristiana, una sociedad de la Iglesia católica que fue reconocida por el papa Juan Pablo II.

No obstante, bajo el liderazgo del Sumo Pontífice, esta sociedad católica acumuló decenas de denuncias de abuso sexual, físico y psicológico, las cuales no fueron atendidas en su momento.

Tras la publicación de una investigación periodística en el año 2015, la Fiscalía de Perú decidió iniciar una indagación sobre los hechos. Sin embargo, las pesquisas no tuvieron mayor relevancia.

Luego de más de 50 años de operaciones de esta congregación, dos investigadores de la Santa Sede llegaron a la capital peruana para iniciar una auditoria en contra del Sodalicio, la cual pretende, no sólo interrogar a sus voceros, sino acoger todas las voces de presuntas víctimas y periodistas que han estado involucrados en esta polémica durante décadas.

Al respecto, NTN24 junto con su corresponsal en Perú, la periodista María de los Ángeles Ceballos, preparó el especial periodístico ‘Los pecados del Sodalicio’, donde ahonda un poco más sobre esta situación.

¿Cómo surgió el Sodalicio de Vida Cristiana en Perú?

La congregación se creó como una sociedad de vida apostólica, un grupo integrado por laicos consagrados y sacerdotes que viven en comunidades o casas compartidas entre ellos, quienes dicen cumplir labores de evangelización.

Hoy, esta sociedad enfrenta acusaciones de abusos psicológicos, físicos y sexuales contra menores de edad y está sujeta a una investigación de la Fiscalía del Perú desde el mes de octubre de 2015.

“Mitad monjes, mitad soldados” del periodista peruano Pedro Salinas en colaboración con su colega Paola Ugaz, y con quienes este medio conversó sobre lo que en realidad representa dicha congregación, así como las las amenazas y la persecución que enfrentan tras destapar el escándalo.

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El horror narrado por las víctimas, que siguen esperando justicia

NTN24 pudo conversar con algunas de las víctimas, quienes relataron sus experiencias en cuanto a los abusos psicológicos, físicos y sexuales que vivieron por parte del Sodalicio de Vida Cristiana en Perú.

Desde octubre de 2015, cuando se destapó el escándalo a través del libro ‘Mitad monjes, mitad soldados’, la congregación nunca ha admitido ninguna responsabilidad institucional ante dichas denuncias y las declaraciones públicas de algunos de sus representantes se han limitado a reconocer excesos pero no delitos, pidiendo perdón por los actos de algunos sodálites que califican de «incompatibles con los fines y el espíritu de la institución».

Según se conoció, el común denominador de las víctimas es que eran jóvenes provenientes de familias tradicionales y de clase media alta, captados principalmente desde los colegios a través de los docentes de religión.

“Nadie se salvó”, fue lo que dijo a este medio Vicente López de Romaña, una de las tantas víctimas del Sodalicio, quien agregó que los maltratos psicológicos, el racismo, los abusos físicos, entre otros, predominaban en dicha comunidad, y que por su temprana edad y manipulación de guías espirituales, no supo detectar en el momento, sino luego de escapar y escuchar otros testimonios.

Por su parte, José Enrique Escardó, otra víctima de esta comunidad, afirmó que uno de los miembros le “dijo que se quitara la ropa” y luego lo “empezó a tocar”.

“Tenía diecisiete años, estaba en la la oficina en San Borja, en el Centro Pastoral, con el que era mi director espiritual (…) yo trabajaba con él y un día en su oficina me dijo: ‘como me has pedido entrar a la comunidad tengo que ver si estás físicamente apto para los rigores de la vida comunitaria, y como tú no eres de hacer deportes, necesito ver si tu cuerpo está apto para eso’. Entonces me pidió que me quitara la ropa y comenzó a tocarme”, afirmó.

La historia aun no termina, pues la congregación Sodalicio de Vida Cristiana sigue activa y bajo el ropaje religioso mantiene un músculo político y económico que la ha blindado durante medio siglo. Hoy, a pesar de la investigación abierta por la Fiscalía desde 2015, la justicia aún no llega para ellos.

Una misión enviada por el papa Francisco para recabar información en Perú, en torno a la investigación al grupo católico, busca interrogar a los líderes del Sodalicio y acoger todas las voces de presuntas víctimas y periodistas que han estado involucrados en esta polémica durante décadas.

NTN24 intentó en varias oportunidades acceder a las fuentes del Sodalicio para obtener una versión oficial, pero al cierre de esta edición no hay respuesta alguna.

Esta es una serie de reportajes publicados en NTN24