El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, dimitirá este viernes 25 de agosto según comunicó su equipo. La renuncia del presidente del máximo ente rector del fútbol de España ocurrirá en una asamblea.
Dos hechos marcaron el destino de Rubiales y lo alejaron de la posibilidad de seguir siendo el jefe del fútbol español.
El primero fue un gesto obsceno que protagonizó Rubiales durante la final de España contra Inglaterra. Justo a su lado estaba la reina Letizia y la infanta Sofía. La televisión internacional captó cuando el Rubiales toca sus partes íntimas haciendo un gesto de burla cuyo destinatarios se han dado a conocer.
El segundo acto que condenó a Rubiales al desprecio público fue un atrevimiento tosco. El por ahora presidente de la RFEF, besó sin consentimiento a la futbolista Jenni Hermoso. El bochornoso acto ocurrió mientras se entregaban las medallas de campeones del Mundial femenino de fútbol que ganó España ante Inglaterra.
Con el paso de los días, y más consciente de su acto, sucumbió ante las presiones que llegaron desde varias instancias de poder del mundo del fútbol. Jenni Hermoso pidió a la Real Federación de Fútbol de España un castigo ejemplar para Rubiales.
La exigencia llegó a través de la Futpro, una organización sindical conformada por féminas que defienden los derechos de las futbolistas en España.
“Mi sindicato FUTPRO, en coordinación con mi agencia TMJ se están encargando de defender mis intereses y ser los interlocutores sobre este asunto.” @Jennihermoso
— FUTPRO (@futpro_es) August 23, 2023
Leer comunicado completo:https://t.co/MNY4yqLH7g#futpro #futfem pic.twitter.com/92SspR4FOt
Por si fuera poco, también llegó un comunicado emitido por la FIFA. El máximo organismo del fútbol anunció la apertura de un expediente disciplinario a Rubiales por el beso a Hermoso que podría acarrear, incluso, su inhabilitación.
Rubiales esperaba defenderse con el apoyo de la directiva
Las dos posturas forzaron un giro inesperado en la decisión de Rubiales que esperaba defenderse el viernes 25 de agosto, mientras los directivos de la RFEF cerraran fila en su entorno.
En cuestión de horas, cambió su postura presionado por ambas instituciones y con la opinión pública en su contra. Así decidió que la asamblea extraordinaria del viernes será para dimitir.
Por ahora, Rubiales se había centrado en insistir en su disculpa después de que el ministro de Cultura y Deportes en funciones le exigió una rectificación pública. Horas después, Yolanda Díaz, vicepresidenta en funciones, pedía su dimisión.
A estas posturas se unieron personalidades del deporte, políticos y la sociedad civil de España.
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