El Foro de Sao Paulo 2019 se realizó en Caracas del 25 al 28 de julio con la presencia de 114 organizaciones.
A partir de estas reuniones, decenas de políticos, organizaciones y activistas han posicionado matrices de opinión que señalan que allí se habrían planificado los hechos violentos que han agitado a Latinoamérica en las últimas semanas, y que serían impulsados principalmente desde Venezuela.
En aquel momento, el foro emitió un extenso documento con los acuerdos suscritos por las organizaciones asistentes, y con enfoques principalmente hacia a Ecuador, Chile, Argentina, Brasil y Honduras de forma beligerante y con clara alusión a los eventos electorales cercanas que podían «definir el signo político».
Meses después arrancaron protestas en Ecuador contra el gobierno de Lenin Moreno, que fueron registrados a partir del 2 de octubre, alcanzando su punto más alto el 13 de octubre que terminó con 1330 civiles detenidos y 435 policías heridos.
Los manifestantes protestaban en contra de medidas económicas tomadas por Moreno, que incluían el aumento de la gasolina. Días después, el presidente ecuatoriano revirtió estas medidas.
Correa y Maduro en el ojo del huracán
Entre los grupos que encabezaron estas protestas en Ecuador -de los cuales algunos son cercanos al expresidente Rafael Correa- estaban: Frente Unitario de Trabajadores, Confederación de Nacionalidades Indígenas, Frente Popular, y la Federación de Cooperativas de Transporte Público de Pasajeros y el Movimiento Revolución Ciudadano.
Este último figura como una las organizaciones aliadas de la Juventud Comunista de Ecuador, uno de los suscriptores de los acuerdos del Foro de Sao Paulo. Moreno no tardó en denunciar que Correa, junto con Nicolás Maduro, estaban detrás de estas acciones de protestas y que habían pagado activistas violentos que no tenían otro objetivo que armar el caos en las ciudades ecuatorianas.
Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional y reconocido presidente encargado por más de 50 países, apoyó la misma versión y hasta denunció que Correa había conspirado desde Barquisimeto.
«Es evidente que Maduro es un incapaz y no puede controlar la producción petrolera de Venezuela, pero sí tiene capacidad de financiar, a través del oro que extraen de las minas y el arco minero, a diferentes grupos e infiltrar protestas para generar violencia y desestabilizar a la región. Pero no lo va a lograr», dijo Guaidó.
Maduro llamó “estúpido” a Moreno y negó que haya enviado a hombres pagados para desestabilizar al país meridional.
Chile en llamas, ¿Cuba y Venezuela responsables?
Las protestas en Chile arrancaron el 6 de octubre: cuatro días después de las protestas en Ecuador. En el caso chileno, el alza del precio del sistema público del transporte en un 130%, fue el detonante en contra del Gobierno de Sebastián Piñera.
Aunque en las redes sociales se hicieron tendencia varias etiquetas como #ChileDespertó o #Santiagazo, la secretaría de la OEA, encabezada por Luis Almagro, hizo un comunicado donde señalaba a Maduro y Cuba.
«Las brisas del régimen bolivariano impulsadas por el madurismo y el régimen cubano traen violencia, saqueos, destrucción y un propósito político de atacar directamente el sistema democrático y tratar de forzar interrupciones en los mandatos constitucionales», se puede leer en el texto.
Las manifestaciones violentas que habían iniciado en el Metro de Santiago, se expandieron hacia los ferrcarriles y sistemas de buses de la capital de Chile. Hasta las fecha van más de 18 muertos y Piñera decidió cambiar todo su gabinete.
Por su parte, el Foro de Sao Paulo emitió un comunicado: «Nos solidarizamos con el pueblo chileno que enfrenta una agresiva agenda del gobierno encabezado por Sebastián Piñera, la cual busca garantizar en breve plazo mayores utilidades para el gran empresariado, todo esto a costa de retroceder en derechos sociales».
«El Foro es un sistema de poder cuyo objetivo es colonizar Estados«
Aunque no existen pruebas contundentes de que el Foro de Sao Paulo desestabiliza la región impulsado por Venezuela, Federico Boccanera, investigador y analista del poder, compara a este grupo con la Logia P2 italiana, que operó entre 1877 y 1981, «y conectaba poderes civiles y militares con poderes privados y criminales (banca, empresas, mafia) nacionales e internacionales».
«El Foro de Sao Paulo es un sistema de poder (como la Mafia o las altas finanzas) cuyo objetivo es colonizar Estados mediante el uso de clases políticas convertidas en casta (lumpen) que son subalternas al sistema. La consecuencia es siempre la misma: la privatización del Estado», escribió Boccanera.
