Carlos Márquez, Presidente de la Sociedad Venezolana de Nefrología, advierte que se sigue agravando la atención de los pacientes en diálisis. Por su parte, la fundación Amigos Trasplantados de Venezuela estima que a mediados de 2021 Venezuela sumaba entre 6 mil y 6 mil 500 pacientes en diálisis.
Desde problemas con el apoyo de terapias para los pacientes, fallas de equipos, problemas estructurales y falta de personal serian algunas de las aristas de la difícil situación de los pacientes renales en el sector público de salud en Venezuela.
La falla de una máquina genera que un paciente, que debe recibir 12 horas de diálisis, 4 horas diarias en 3 turnos a la semana, vea reducida su atención a solo 2 horas día. A la semana eso se traduce en solo 6 horas.
“Con la situación de las máquinas hemos tenido que reducir el tiempo para poder atender a todos los pacientes que llegan a las emergencias y crear un turno intermedio y eso obliga a reducir de 4 a 2 horas la atención a cada paciente cuando requiere 4 horas de diálisis 3 veces por semana y esto aumenta la morbimortalidad de estos pacientes” refirió Márquez.
Máquinas viejas
El nefrólogo señaló a través de Radio Fe y Alegría Noticias que las máquinas de diálisis en Venezuela han cumplido su vida útil y empiezan a reportar fallas por la falta de mantenimiento.
“A nivel nacional todas estas máquinas están fallando; las que menos tiempo tienen suman 10 años. Estos equipos generalmente se reemplazan en ese periodo de tiempo. Sin embargo, estas máquinas que tenemos son alemanas y de excelente calidad pero muchas están paradas por repuestos, no se les están haciendo los mantenimiento que requieren y están muchas paradas”.
Recomendó que para alargar la vida útil las máquinas de diálisis ameritan unos mantenimientos que son competencia del Ministerio de Salud y el Programa de Salud Renal y pese a enviar comunicaciones el especialista refirió que las respuestas no llegan.
“No hemos podido contactar a nivel central a los responsables pese a enviar reiteradas comunicaciones e informes referentes a la situación que se presentan en estos centros y lo que representa para los pacientes, cuya vida depende de las diálisis”, lamentó.
Falta de mantenimiento
Márquez advierte que con un mantenimiento constante se alarga la vida de las máquinas y se mantiene la atención a los pacientes. “Las maquinas requieren mantenimientos cada 3 o 4 meses, con reemplazos de filtros de partículas, bacterias y limpiezas completas para evitar que se dañen piezas importantes de los equipos”.
Todo el material de diálisis se está recibiendo este año semanalmente pero siguen faltando otros componentes necesarios para brindar atención a estos pacientes.
“Tenemos fallas importantes, por ejemplo, no se está recibiendo la sal que es fundamental para una parte de mantenimiento de la planta que se llama ablandador. No se está recibiendo el Puristeril, este es un desinfectante que se necesita para la desinfección diaria de la máquina y para proteger el sistema interno de los equipos. Estamos usando cloro que es un buen desinfectante pero daña las partes plásticas del equipo”, describió.
En cuanto a la situación en el estado Monagas, el hospital central de Maturín cuenta con un total de 11 máquinas, de las cuales están operativas 7; una situación que según el Presidente de la Sociedad Venezolana de Nefrología, se repite en toda Venezuela.