Siete años después de la desaparición forzada de 43 estudiantes mexicanos, sus familiares y miles de ciudadanos tomaron las calles de Ciudad de México para exigir claridad y Justicia.
Aunque se trató de establecer una verdad histórica desde la Administración de Enrique Peña Nieto, esta quedó sin legitimidad por falsedades e inconsistencias.
En efecto, el presidente López Obrador pidió la extradición del funcionario que la inventó y que hoy se encuentra prófugo en Israel.
Este domingo 26 de septiembre miles de mexicanos salieron a exigir el esclarecimiento de lo sucedido con los 43 estudiantes de Ayotzinapa que desaparecieron hace siete años en el estado de Guerrero en México.
La marcha inició en el Ángel de la Independencia en el centro de la Ciudad de México y terminó en la plaza del Zócalo.
“vivos se los llevaron, vivos los queremos»
En conferencia de prensa el sábado 25 de septiembre, el Subsecretario para los Derechos Humanos, Alejandro Encinas, echó por tierra la “Verdad Histórica” que fue la versión del gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) de lo sucedido con los jóvenes.
En las protestas, encabezadas por los familiares de las víctimas, los manifestantes coreaban “vivos se los llevaron, vivos los queremos», mientras alzaban pancartas con los rostros de los estudiantes.
Uno de los padres dijo que «los que estamos aquí no vamos a dar un paso atrás hasta saber la verdad. Si tenemos que morir, tenemos que morir, pero de pie y exigiendo Justicia por nuestros hijos».
El móvil del crimen
Los normalistas querían viajar a la Ciudad de México para participar en la conmemoración de la masacre del 2 de octubre.
Todo apunta a que los chicos, sin saberlo abordaron un camión que esa noche viajaría a Chicago, con un cargamento de heroína.
El dueño del enervante, dio la orden a las policías y al Ejército de que recuperaran el estupefaciente.
Los camiones donde venían los normalistas fueron atacados al igual que un equipo de fútbol escolar, confundido con los normalistas.
Participación del Ejército
“El Ejército no solamente tuvo complicidad, sino que tiene responsabilidad directa por la muerte de varios de ellos y la desaparición de otros”, dijo el periodista Témoris Greco autor del libro Ayotzinapa. Mentira histórica.
La participación del Ejército en las desapariciones, oficialmente siempre fue negada.
Sin embargo hay testimonios de los sobrevivientes, del espionaje a los normalistas y su presencia en el lugar de los hechos.
En los últimos días un testigo protegido dijo que por lo menos 25 estudiantes fueron llevados al cuartel del 27 Batallón de Infantería en Iguala.
A los estudiantes los interrogados, torturaron y asesinaron para posteriormente entregar los cuerpos a un grupo delictivo para que los deshiciera en ácido.
Los padres de los normalistas reclaman una investigación a fondo, castigo a los perpetradores y sus encubridores, en especial los que siguen siendo funcionarios públicos.
«Verdad histórica»
Según la polémica versión del Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), los 43 estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa fueron detenidos la noche del 26 de septiembre de 2014 por policías corruptos en Iguala (Guerrero).
Versiones indican que fueron entregados al cártel «Guerreros Unidos», donde los asesinaron e incineraron en el basurero de Cocula, lanzando los restos en un río cercano.
Este relato, conocido como la “verdad histórica”, fue cuestionado por los familiares.
En tanto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), señaló que los cuerpos no pudieron ser quemados en ese lugar.
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador reabrió el caso en 2018 y derrumbó definitivamente esta versión al identificar restos no calcinados de Christian Rodríguez en 2020 y de Jhosivani Guerrero en junio pasado, ambos en la barranca de la Carnicería, fuera del basurero.
Fuente: afp, efe