Los migrantes que cruzan el “Tapón del Darién” se están consiguiendo con otro tapón, el de las protestas en Panamá que les impide avanzar.
Desde hace nueve días, cientos de panameños protestan contra la Ley 406 que permitió nuevas concesiones mineras en el país, especialmente una para explotar cobre, otorgada a una empresa canadiense llamada Firts Quantum Minerals. Las movilizaciones sociales ocasionaron un paro nacional.
Uno de los sectores que sufre con las protestas son los migrantes, los llamados caminantes, además de superar el “Tapón del Darién”, ahora deben sortear las trancas para avanzar en su aspiración de llegar a Costa Rica y seguir la ruta hacia Estados Unidos.
Migrantes en Bajo Chiquito
El pueblo de Bajo Chiquito colapsó, se trata del primer poblado que se consiguen los migrantes al salir de la selva.
En Bajo chiquito no hay infraestructura para que los migrantes duerman varias noches. Hasta ahora se trataba de un lugar de paso, en el que organizaciones de la sociedad civil y de asistencia humanitaria ofrecían atención primaria de salud, alimentación y aseo.
En los últimos días, la población de Bajo Chiquito acumula cuatro mil migrantes, según fuentes extraoficiales. Se trata de personas que necesitan agua potable, alimentos y espacio para tender chinchorros o armar carpas.
¿Quién rescata a estas personas?
La urgencia de las protestas deja víctimas en silencio. Los migrantes parecieran ser uno de los grupos más afectados por no tener papeles, un lugar para protegerse de la violencia callejera y de servicios básicos para sobrevivir en las calles de Panamá.
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