Miguel Barone, politólogo y director general de Gritemos con Brío, afirmó que la brecha de más de 3 millones y medio de jóvenes no inscritos en el Consejo Nacional Electoral (CNE) no disminuirá ni en un 10 %, en un período de apenas un mes, si no se establecen puntos itinerantes al menos en cada municipio del país, equipados con tres o cuatro máquinas.
“Si no hay puntos itinerantes, sino nada más la sede principal regional, es muy complicado que esa brecha se cierre y obviamente pareciera que no hay un interés real de que la gente se inscriba”, declaró Barone en el programa De Primera Mano de Radio Fe y Alegría Noticias.
El politólogo expresó su preocupación por la falta de una estrategia clara respecto a la cantidad de puntos itinerantes que se establecerán en espacios públicos como plazas, centros comerciales y estaciones de metro.
Criticó el anuncio con “bombos y platillos” de la apertura de las sedes regionales principales que ya estaban operativas, pero que solo lo sabían las organizaciones de la sociedad civil y partidos políticos.
“¿Cómo movilizas tú a un joven sin prestar apoyo logístico, con todas las carencias económicas que puedan tener para trasladarse, por ejemplo, a Ciudad Bolívar?”, cuestionó.
Desafíos para incentivar el voto juvenil
En este sentido, Barone enfatizó que tanto las organizaciones de la sociedad civil como los partidos y líderes políticos deben continuar incentivando de alguna manera a los jóvenes para que se inscriban en el registro electoral.
El principal desafío, a su juicio, es vencer la desesperanza en la juventud venezolana, que ha crecido en medio de una crisis económica, política y social que no ha hecho más que agravarse con el tiempo, en unos momentos más que en otros.
“Los jóvenes hoy en día no saben de política, no piensan en política, no entienden la política y no creen que la política de alguna u otra forma está dispuesta para solucionar sus problemas”, explicó.
Añadió que su enfoque está en la supervivencia a las 12, 14 y hasta 16 horas que pasan en algunos estados del país sin electricidad, a tener que trabajar y estudiar en un contexto en el que el transporte público es deficiente o el agua a veces llega una vez cada dos semanas.
“Esa es la realidad de un joven que ha visto cómo la política no ha solucionado sus problemas durante su crecimiento y hoy en día que le toca efectuar su ejercicio ciudadano, ni siquiera ve cuál es la necesidad de participar políticamente”, reiteró.
Barone instó a los candidatos a conectarse con la población joven para lograr hacerles entender que su participación puede abrir puertas para transformar su realidad.
“El cambio depende de nosotros para regalarle a nuestros hijos el país que lamentablemente no pudimos vivir. No podemos seguir condenando a las generaciones futuras a vivir lo mismo que nosotros hemos experimentado”, concluyó Barone.
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