Un estudio reveló que en las comunidades costeras de El Salvador, el 90 % de las mujeres están dejando de comer debido a la pérdida de cultivos por la sequía prolongada en el país centroamericano.
A este complejo escenario, se une el alto precio de los productos alimenticios, que pone de manifiesto la vulnerabilidad de las mujeres salvadoreñas, que sacrificarían su propia alimentación con tal de alimentar a sus familiares.
“Soy una mujer productora, soy una mujer que trabaja en los huertos agroecológicos, y nuestros cultivos se han perdido en su mayoría por el sol (sequía)”, dijo una mujer citada en Contacto Sur, un informativo internacional que transmite Radio Fe y Alegría Noticias en Venezuela.
Hortalizas, verduras y maíz son parte esencial de la alimentación, pero dada la severa sequía se terminan perdiendo.
Con la pérdida de los productos, se pierden los ahorros, las esperanzas, las semillas y toda inversión económica realizada para producir el campo.
Solamente en la comunidad El Sasal, municipio Guaimango de El Salvador, 200 familias se quedaron son sus cosechas por efecto de la sequía. En total, más de mil personas están hambrientas.
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