Zona 6, silla 9. Es la primera vez en mi vida -sacando el acto de grado- que un asiento tiene mi nombre. Un puesto para la inauguración oficial del Foro, a un lado un ministro, al otro una embajadora. Cinco filas más adelante el presidente de Francia y a un lado suyo el vicepresidente de China. ¿Me sentía como cucaracha en baile de gallina?, sí.
El París Peace Forum me puso al lado de los que mandan, de los que marcan la pauta y la agenda del mundo. En frente tenía a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Habló del cambio climático y de la necesidad de fortalecer la institucionalidad en cada uno de nuestros países. Yo pensaba en cómo hacerlo en el mío.
Su discurso estuvo marcado por la urgencia de atender a los migrantes y a los descartados. Dijo que hace 170 años Víctor Hugo inauguró -también en París- el Congreso de la paz. «Hoy estamos aquí por deber y por memoria», dijo y la gente aplaudió a rabiar. Yo me tardé, mi inglés no es tan bueno como para reaccionar al instante. Creo que lo hice por instinto, después comprendí.
El presidente de la República Democrática del Congo se levantó y caminó al estrado, yo me acordé de Vargas Llosa y El sueño del Celta. Mientras él hablaba, mi memoria repasaba las escenas en las que Roger denunciaba las atrocidades de los ingleses y los belgas. Me salpicaba la sangre que chorreaba de la espalda de los esclavos con cada chicotazo. Comprendí que ese hombre reclamaba justicia y visibilidad. A Macrom no le quedó más que decir que ya no estamos en épocas de colonialismo y aplaudió la presencia del presidente de la RDC. Palabras más, palabras menos, dijo que los europeos no tenían la luz que el resto necesitaba para ver. Aunque se ofreció como puente para que China y Estados Unidos se entiendan y bajen la tensión. Todo eso y yo estaba ahí. Como mirón de palo.
«Somos un país en vías de desarrollo», dijo el vicepresidente de China Wang Qishan. ¿En serio?, bromeó con que algún día la gente no se ponga los audífonos cuando él vaya a hablar. Ese día todos ya hablaremos Chino. Su discurso centró la atención en la economía, explicó que su modelo tiene 40 años en apertura y apenas están conociendo el mundo. «Sabíamos lo que era el mundo, pero verlo con nuestros propios ojos es otra cosa». Buscan construir un modelo eco-compatible. Vaya hora en que se lo proponen. Eso sí. Todo dentro del socialismo. Así lo dejó claro.
El segundo día del Paris Peace Forum me deja con la mirada puesta en la vitrina mundial. En primera fila. Bueno, en la sexta, pero igual todo parecía en HD. Emmanuel Macrom advirtió que el unilateralismo es la guerra. «El nacionalismo, el falso patriotismo conduce a la guerra». Yo estoy de acuerdo. También instó a los gobiernos a promover el multilateralismo como mecanismo para preservar la paz.
Ya, es demasiado por hoy. Aquí no traducen a Español y mi cerebro se va a explotar. Sigo mirando y les sigo contando.
Día 2 del París Peace Forum. Seguimos.
