Monseñor Rolando José Álvarez, Obispo de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí (Nicaragua), denunció que sufre “persecución” del gobierno de Daniel Ortega, y anunció que realizará un “ayuno indefinido a agua y suero” hasta que cese el acoso.
A través de un video mensaje difundido la noche del 19 de mayo por la Arquidiócesis de Managua, Mons. Álvarez dijo que “hoy he sido perseguido durante todo el día por la policía sandinista”.
La persecución policial, denunció, afectó a su entorno familiar.
Al ser cuestionados por la razón de la persecución, “me han informado que ellos obedecen órdenes”.
Luego, recordó, los policías le dijeron que lo seguían “por mi seguridad. Pero ya sabemos que la inseguridad de este país es precisamente la policía”.
Esta no es la primera vez que Mons. Álvarez, que ha sido un claro defensor de los derechos humanos y la libertad en Nicaragua, se ve acosado por la policía al servicio del gobierno del ex sandinista Daniel Ortega, aferrada al poder en el país centroamericano desde 2007.
No es el único acosado
Tampoco es el único sacerdote nicaragüense que sufre el acoso del régimen de Nicaragua. El P. Harvin Padilla, de la Diócesis de Masaya, denunció esta semana que ha sido perseguido y acosado por policías y paramilitares afines al gobierno de Ortega.
A inicios de mayo de este año, la Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada con una mayoría de más del 80% por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Daniel Ortega, aprobó un informe que acusa a obispos y sacerdotes de participar en lo que considera un intento de golpe de Estado en 2018.
El documento acusa a la Iglesia Católica de apoyar las protestas civiles que exigieron masivamente en 2018 que Ortega abandone el poder.