La violencia en Colombia parece no detenerse. Este viernes, pasadas las 2 de la tarde, se conoció que 8 policías fueron emboscados y asesinados en la vereda Corozal cerca a Neiva, en el departamento de Huila, al suroeste del país.
Los uniformados fueron atacados con explosivos y ráfagas de fusil al momento en el que pasaban en una camioneta de la policía metropolitana ya que se disponían instalar un dispositivo de seguridad en la localidad de San Luis de Neiva. Se desconoce qué grupo fue el autor del atentado.
Las víctimas fueron identificadas como los intendentes Willson Cuéllar Lozada y Luis Alberto Sabi Gutiérrez; los patrulleros Duberney Carreño Rodríguez y Jhon Fredy Bautista, y los auxiliares Andrés Mauricio Pascuas, Santiago Gómez Endez, Cristian Ricardo Cubillos y Gustavo Alberto Esquivel Rojas.
Las zonas del departamento de Huila han sido caracterizadas en los últimos años como centros de operaciones de los grupos disidentes de las FARC que no se acogieron al Acuerdo de Paz firmado en 2016.
El presidente Gustavo Petro anunció que en la misma noche del viernes acudiría al sitio del suceso para ponerse «al frente de la situación». Calificó el atentado como un claro saboteo al proceso de «paz total» que le ha propuesto a los grupos subversivos.
Desde que asumió el mando en Colombia el 7 de agosto se han perpetrado 11 masacres; en todo el mes de agosto 15 y en lo que va del año un total de 73, que ha dejado un saldo de 243 víctimas según registros del Observatorio de Conflictividades y Derechos Humanos de Indepaz.
Rechazo contundentemente el ataque con explosivos donde murieron 8 policías en San Luis, Huila. Solidaridad con sus familias. Estos hechos expresan un claro saboteo a la paz total. He pedido a las autoridades desplazarse al territorio para asumir la investigación.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 2, 2022
El desafío de la ‘paz total’ de Petro
Medios internacionales analizan que con estos recientes hechos de violencia, los vestigios de una guerra interna de más de 50 años y con grupos insurgentes perpetrando ataques a civiles y policías en las regiones rurales del país, el primer presidente de izquierda de Colombia tiene un reto mayúsculo.
Entre el mandatario y el senador de izquierda Iván Cepeda recae la responsabilidad de llevar a cabo la idea de una «paz total» en el país sudamericano.
“Dónde están esos problemas? Básicamente en que en Colombia se ha intentado hacer la paz por pedazos, de manera fragmentaria. Entonces hoy podemos emprender un diálogo con tal grupo, se hace un acuerdo de paz, después el acuerdo regularmente se incumple, o se incumple en un alto porcentaje. Surgen luego las disidencias, el Estado no entra a los territorios, entonces volvemos a las disidencias de las disidencias, y tenemos ya organizaciones como el llamado Clan del Golfo que es una sumatoria de disidencias. No podemos seguir por ese camino,” dijo Cepeda en entrevista para el periódico ‘El País’.
Y es que precisamente a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o ‘Clan del Gofo’, como se le conoce de forma local a uno de los mayores grupos de narcotráfico de Colombia, se le ha atribuido el reciente ‘plan pistola’, un operativo en el que grupos al margen de la ley asesinan de manera sistemática a miembros de la Fuerza Pública y al que se le ha atribuido de esa manera porque no es la primera vez que sucede en ese país.
Aunque las autoridades también apuntan a que en el ‘plan pistola’ puedan estar involucrados miembros de las disidencias de las FARC y de la guerrilla del ELN, lo cierto es que más de 40 uniformados han sido asesinados en lo que va del 2022.