Este miércoles 2 de junio el presidente de la república Nicolás Maduro presidió un homenaje en el Palacio de Miraflores al Nuncio Apostólico en Venezuela Aldo Giordano, quien se venía desempeñando en ese cargo hasta ahora ya que fue recibió una nueva responsabilidad en la Unión Europea.
En el acto el mandatario pretendía condecorar al prelado por su servicio durante los 7 años que estuvo al frente de la diplomacia de la Santa Sede en nuestro país.
Pero Giordano, con la cortesía que le caracteriza, manifestó que renunciaba a la condecoración a petición del Papa Francisco. «El Presidente muy amablemente me llamó a darme una condecoración, pero debo renunciar a ello porque venimos al país a ayudar, puedo decir que en estos siete años intenté servir a la paz, a la reconciliación, al diálogo», comentó el sacerdote.
Agregó que se despedía con la inmensa satisfacción de ser un testigo de excepción de la beatificación del doctor José Gregorio Hernández y aseguró que «en estos años alimenté la amistad entre nosotros. Es muy difícil dejar Venezuela. El pueblo de Venezuela me ha robado el corazón, he tenido la suerte de visitar muchos lugares de este país».
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro recordó que en las protestas de 2014, que la oposición venezolana llamó La Salida, fue importante el papel jugado por Giordano al dar « un mensaje de diálogo, de paz y a partir de allí el Nuncio se dirigió a todos los sectores sociales sin discriminación. Todos encontraron al Nuncio como un hombre que sabe escuchar y respeta la opinión del semejante».
Finalmente agradeció la estadía de Giordano en la país al señalar que «usted es un gran representante del Papa Francisco, un hombre que siempre ha estado pendiente de Venezuela, con su palabra de aliento».
También le pidió que abogara por Venezuela en su nueva responsabilidad ante la Unión Europea. Dijo que estaba seguro que sobre la situación actual de la nación le iban a consultar frecuentemente.
