A través de una «Carta Fraterna» los jerarcas católicas de Venezuela cerraron el período de sesiones de su primera asamblea de este 2020.
En el documento destacan que pertenecen a este pueblo de Venezuela y que como profetas se sienten impulsados a dar a conocer a los pueblos de América Latina y del mundo el clamor de la gente.
Reconocen que es el pueblo «el auténtico protagonista del cambio requerido en Venezuela, así como del desarrollo para enrumbar el país hacia mejores condiciones de vida». En este plano no escatimaron palabras para confirmar que la actual crisis social, política y económica se ha convertido en una «emergencia humanitaria».
Los obispos también reafirmaron su llamamiento que hicieron en julio de 2019 sobre el acontecer político nacional. En ese sentido, ratifican que para se dé un cambio de rumbo en Venezuela se debe dar la salida de la presidencia de la república de quien la ocupa de forma ilegítima.
Por ello también reiteran su exigencia de «la elección en el menor tiempo posible de un nuevo Presidente de la República».
Igualmente demandan contar con un nuevo CNE imparcial, la actualización del REP, que se permita el voto de los venezolanos en el exterior y una supervisión del proceso electoral de organismos internacionales.
En la carta los prelados también le hacen un llamado a los integrantes de la FANB al exigirles, tal cual como lo hicieron el 8 de enero de este año, ponerse del lado verdadero de la Constitución y del pueblo al que pertenecen y juraron defender».
A los políticos tanto del oficialismo como de la oposición les piden atender las necesidades de la gente y no acomodarse con privilegios e intereses particulares.
Vale recordar que a través de un comunicado los integrantes de la Conferencia Episcopal Venezolana calificaron de írrita la intención del diputado Luis Parra como presidente de la nueva junta directiva de la AN.