Enfermarse es un lujo y ya para los pensionados y jubilados caer en esa condición es una muerte anunciada. Tal es el caso de José Castellanos que por más de 20 años ha estado al frente de la coordinación de los derechos humanos de pensionados y jubilados del estado Bolívar y en este momento atraviesa una complicada situación de salud.
Reveló a Radio Fe y Alegría Noticias que tuvo que padecer en carne propia la inexistencia de medicamentos adecuados para los pensionados y jubilados en los hospitales públicos y del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.
En su caso particular confesó que «estoy pasando una patología muy difícil, está al borde mi vida, porque cuando a uno le dan un diagnóstico gástrico ya la mayoría sabe lo que significa eso, conjuntamente con otras cinco enfermedades».
Castellanos sufre de hipertensión, úlcera crónica, artritis e inflamación del colon. Ha acudido al módulo del Seguro Social en Ciudad Bolívar a buscar una medicina «y uno se consigue que no la hay, cómo es posible que no tengan un protector gástrico».
Elevó su queja a través de la radio para que a nivel nacional se conozca de la situación crítica de salud de los pensionados y jubilados de esta entidad ya que tampoco cuentan con recursos económicos para practicarse exámenes y chequeos como placas, rayos x, tomografías y otros estudios similares.
En ese caso reseñó que «una tomografía vale 130 dólares, la consulta con el médico (cuesta) 40 dólares, el laboratorio más barato vale 30 dólares, y la medicina más barata 20 dólares».
Por Marco Roldán/Radio Fe y Alegría Noticias