Transcurridos siete meses desde que se inició la cuarentena contra la COVID-19, la médico infectólogo Marbellís Hernández afirmó que muchos ciudadanos en el sur de Anzoátegui empiezan a creer que las medidas de bioseguridad son inútiles.
Hernández, quien forma parte de la Sociedad Venezolana de Infectología, dijo que ese nuevo compartimiento de la población “ha hecho que muchas personas se desmotiven y disminuyan las medidas de prevención: unos en mayor y otros en menor medida».
«También aumenta la creencia de la inutilidad de los protectores, entonces vemos pacientes que nos refieren porque no cumplieron con las medidas», comentó.
La experta señaló que muchos de los enfermos que reciben «se reunían en sus casas, hacían fiestas, no usaban tapabocas: no creían en eso. Pensaban que no podía darles”.
Asimismo, mostró preocupación ante la flexibilización autorizada, pues esto podría acarrear un repunte de casos de coronavirus en el estado Anzoátegui.
“Una gran cantidad de afluencia en las playas cercanas, aledañas en el estado, ha determinado, sin duda, un mayor contacto, un menor distanciamiento. Más allá que estas áreas puedan ser ventiladas al aire libre, abiertas a la naturaleza, igual el contacto, el no usar el tapabocas, puede ser un gran riesgo de contagiarse», explicó.
La médico aseguró que hay un sin número de casos que no han sido reflejados en los reportes oficiales.
«Tiene que tomarse en cuenta el número de pruebas que se hacen a diario… Los datos oficiales realmente no representan la totalidad de los casos”, alertó Hernández.