Profesor Salinas le «puso rostro a la nula seguridad social»

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Foto: Cortesía

La profesora universitaria y directora del Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de Los Andes, Mayda Hocevar, afirmó que el caso del profesor Pedro José Salinas le «puso rostro a la nula seguridad social» de los docentes universitarios.

«Los profesores universitarios estamos totalmente desasistidos en cuanto a seguridad social. Los profesores activos ni siquiera cuentan con un salario digno que le permita cubrir las necesidades más básicas de alimentación, vestido y salud. Y los profesores jubilados no cuentan con una pensión digna ni con una que les permita cubrir necesidades básicas», dijo en declaraciones concedidas a Radio Fe y Alegría Noticias.

La profesora Hocevar informó que los planes y seguros de salud, que gestionaban las universidades en alianzas con seguros privados, fueron desmantelados por el Gobierno.

«Por eso es tan común ver en redes a los profesores universitarios solicitando apoyo para sus tratamientos e intervenciones quirúrgicas», sentenció al tiempo que agregó que la situación a la que está sometidos los docentes es «lamentable y humillante».

El bajo salario de los profesores ha traído una alta fuga de talento. Según reveló Hocevar, el éxodo de los docentes universitarios oscila entre el 40 y el 50%.

En el caso de la Universidad de Los Andes (ULA), para julio de 2021 contaba con 2004 profesores activos, es decir 883 docentes menos que la contabilización hecha en 2016. Además, la mitad de los profesores con doctorados se fueron, de acuerdo a los datos del Observatorio.

La mayoría de los profesores que decidieron quedarse en el país e impartir clases tienen que tener un segundo empleo o trabajan en el comercio informal para lograr mantenerse.

«Las universidades sobreviven, no viven»

En cuanto al tema del presupuesto universitario, Hocevar informó que hay un déficit que oscila entre el 90 y 99% en las universidades públicas del país. Se debe a que el Estado no proporciona el dinero que necesitan las instituciones, afectando así salones de clases, porque no tienen luz; facultades, porque no tienen baños.

«No hay dinero para mantenimiento ni para la reparación física y tecnológica. No hay tuberías, agua, los edificios están colapsados por las filtraciones. En la ULA el 80% de sus estructuras está deteriorada. En la Universidad de Oriente el 80% del tendido eléctrico presenta daños que no es posible reparar por la restricción presupuestaria», dijo.

«No se justifica el olvido de las universidades autónomas ni se su personal», sentenció.