Proiuris: salud mental de menores de edad perjudicada por éxodo de parientes

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Un reciente informe denominado “Mujeres Dejadas Atrás” devela que menores de edad presentan afectaciones en su salud mental por el éxodo de sus parientes directos.

Para ese informe, publicado el 4 de mayo por la organización Proiuris, se documentó los casos de 94 personas. De estos, se seleccionaron a 33 mujeres, adultas mayores y adolescentes residentes en Venezuela, con miembros de su núcleo familiar en el extranjero. 

De acuerdo con la organización, tales casos ejemplifican los patrones más generalizados que Proiuris detectó tanto en el universo total de casos documentados directamente, como en los datos estadísticos de segundas fuentes procesados por la organización. 

Proiuris indagó sobre las razones por las cuáles estas 33 mujeres decidieron quedarse en Venezuela, sus condiciones de vida actuales y las condiciones bajo las cuales han emigrado sus familiares (la mayoría hijos e hijas).

En la documentación realizada por Proiuris solo existe un testimonio brindado por una adolescente de 17 años, con previo consentimiento de su madre. “Veía mucha violencia en mi casa”, dijo.

“Se paraba tarde y no comía”

Rebeca, una adulta mayor, narró la situación de su nieta Paula, de 11 años. 

“Ella quedó como una niña sola, ella se iba a quedar al lado, que vive aquí el otro hijo mío y están las otras nietas y se paraba tarde y no comía nada, se iba. Llegó un momento en que ella sacó las cosas de la mamá, las regalaba y tomó una actitud así de rebeldía por la partida de su mamá Zoe”, dijo la adulta mayor a Proiuris.

Agregó que el éxodo masivo de venezolanos, la mayoría de ellos en edad productiva (18 a 45 años) ha traído consecuencias importantes en los núcleos familiares del país. 

La organización Cecodap estima que unos 841 mil niños, niñas y adolescentes se encuentran separados de sus padres o al cuidado de un familiar.

En el caso que documentó Proiuris, la abuela tuvo que asumir toda la responsabilidad del cuidado de su nieta: alimentación, vestido, y estudios, siempre con el apoyo económico de la madre de la niña. Incluso, la niña recibe formación en karate y atención psicológica para poder ayudarle a superar el vacío que le dejó la ausencia de su madre, quien se encuentra radicada en Estados Unidos.

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