¿Qué es una epidemia?

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La epidemia explotó en el segundo año de la Guerra del Peloponeso, en el 430 antes de Cristo. Atenas enfrentaba a Esparta y sus aliados en uno de los conflictos de mayor envergadura de la Grecia antigua. Pericles, el líder ateniense, ordenó construir un muro para proteger la ciudad de los ataques marítimos y ofreció refugio a los campesinos del Ática.

No se sabía el origen de la enfermedad, pero el historiador Tucídides creía que había empezado en Etiopía y se había extendido a Libia y Egipto. Llegó a Atenas por el puerto, junto con la comida y el comercio. Tucídides se contagió. Tuvo fiebre y se inflamaron sus ojos. El malestar bajó al pecho, le falló la respiración y una tos intensa sacudió su cuerpo. Vomitó hasta la bilis. Su piel se cubrió de ampollas. Por dentro, el cuerpo ardía. La última etapa de la enfermedad causaba diarrea constante y una creciente debilidad que llevaba a la muerte. Los médicos no sabían cómo tratarla, nunca se habían enfrentado a una peste similar.

“Ellos mismos eran los principales afectados por cuanto que eran los que más se acercaban a los enfermos”, contó Tucídides. El historiador sobrevivió a la peste. Su relato es el mayor testimonio sobre la enfermedad que se tiene en la actualidad. Está incluido en Historia de la Guerra del Peloponeso, que escribió al finalizar el conflicto.

Fuera de las murallas, Atenas enfrentaba a los espartanos. Dentro de ellas, morían tantos que no había piras suficientes para los ritos funerarios. Traer a los refugiados a la ciudad causó hacinamiento y facilitó el contagio. El muro evitó que la enfermedad se propagara al resto de Grecia, pero fue un duro castigo para la ciudad. Se estima que entre 25 y 35% de los atenienses murieron por la peste, entre ellos Pericles, su principal líder político. La pérdida de soldados debilitó la posición de Atenas en la primera etapa del conflicto. Eventualmente, Esparta ganó la guerra. En Atenas se impuso el régimen de los treinta tiranos, una oligarquía respaldada por Esparta. Pasaron ocho meses antes de que Atenas pudiera recuperar su democracia. Nunca se supo cuál enfermedad causó la epidemia. Se le conoce como la peste de Atenas.

Las enfermedades han acompañado desde siempre a la humanidad. Algunas son más graves, como el cáncer; otras son más frecuentes, como la gripe; otras surgen durante períodos cíclicos, como la influenza estacional; y otras solo se propagan en áreas con ciertas condiciones ambientales y de temperatura, como la malaria. Pero siempre están, las enfrentamos constantemente.

Las enfermedades se pueden clasificar de muchas maneras. Cuando hablamos de su propagación, existen tres categorías básicas para definirlas:

Endemia

Una enfermedad afecta frecuentemente a los humanos en una zona o en un país. Como es habitual en el área, cada año existe un número esperado de casos por esa enfermedad. En Venezuela, por ejemplo, el dengue es una enfermedad endémica.

Epidemia

El número de casos de una enfermedad aumenta rápidamente en un período corto y afecta a más personas de las que se espera normalmente. Aplica para enfermedades endémicas o para nuevas enfermedades en un territorio. Por ejemplo: si en un año la cantidad esperada de casos de dengue es 100 y se reportan 200 casos en una sola semana, hay un brote epidémico de la enfermedad.

Además del número de casos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) toma en cuenta otros factores, como el agente que causa la enfermedad, el tamaño y tipo de la población vulnerable a padecerla, o si la población ha estado expuesta antes a esa enfermedad.

Pandemia

Es una epidemia que cruza fronteras, se propaga a nivel mundial y afecta a un gran número de personas. No existe un número mínimo de casos para esta categoría. Es potestad de la OMS declararla.

Esta categoría se relaciona con la propagación más que con la gravedad. La primera pandemia del siglo XXI fue la influenza A H1N1. Aunque se extendió por 214 países y se estima que entre 11 y 21% de la población mundial la contrajo, menos del 1% de los infectados murieron a causa de esa enfermedad. Por el contrario, en los últimos 40 años la OMS ha reportado más de 25 brotes epidémicos de ébola, una enfermedad que mata en promedio al 50% de las personas que la contraen. Pero todos los brotes han sido contenidos, así que la enfermedad se ha propagado a varios países pero no ha llegado al nivel de pandemia.

Los brotes epidémicos son muy comunes. Solo entre 2011 y 2017, la OMS reportó 1.302 episodios epidémicos en 172 países. La mayoría de estos brotes fueron controlados y superados.

Este trabajo fue realizado originalmente por Prodavinci con el apoyo de Pulitzer Center y lo puedes ver haciendo click aquí.