Con más de 800 millones de usuarios en todo el mundo, TikTok es una red social basada en videos cortos y virales perteneciente a la empresa china ByteDance.
La aplicación se ha hecho tan popular en Estados Unidos que sólo en ese país tiene algo más de 40 millones de usuarios. También, es allí donde está radicada su influencer más popular, Charli D’Amelio, con 70 millones de seguidores.
Sin embargo, recientemente el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con prohibir las operaciones del servicio en esa nación para el 15 de septiembre a menos que encontrara un comprador.
Trump hizo la amenaza basándose en los argumentos de la Casa Blanca de que ByteDance estaría espiando a los usuarios estadounidenses y entregando los datos a China, algo que la empresa y Pekín han negado. A esto último, se suman las constantes tensiones políticas entre ambos países.
De hecho, no sería el primer país que lo hace. La polémica aplicación ya no puede operar en India, que prohibió su uso dentro de su territorio por las mismas razones de presunto espionaje.
El interés de Microsoft
Tras los anuncios del primer mandatario de los Estados Unidos, la tecnológica Microsoft expresó su interés en comprar las propiedades de TikTok en el país y en otras naciones como Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
El interés de Microsoft es claro; a pesar de su éxito en las áreas de negocios y servicios para consumidores, la gigante estadounidense no tiene presencia en el mercado de las redes sociales. La tecnología detrás de TikTok reforzaría esta presencia y abriría nuevas oportunidades.
Pero después de que la empresa anunciara su interés en la compra, Donald Trump emitió nuevas declaraciones, esta vez considerando que el departamento del Tesoro de los Estados Unidos obtenga una parte del dinero de la compra.
«TikTok cerrará el 15 de septiembre a menos que Microsoft o alguien más sea capaz de comprarla y cerrar un trato apropiado para que el Tesoro de Estados Unidos obtenga un montón de dinero», dijo.
Tras sus declaraciones, Microsoft vaciló y paralizó sus planes de compra, para luego anunciar que seguirían adelante luego de «aclarar algunas dudas del Presidente». En el comunicado, la empresa confirmó que continúan con las discusiones y que planean invitar a inversionistas minoritarios en los cuatro países en los que operaría.
«Con esta nueva estructura, se construiría la experiencia que los usuarios de TikTok aman, agregando seguridad de clase mundial, privacidad y seguridad digital. El modelo de operaciones del servicio se basaría en asegurar transparencia para los usuarios y la apropiada supervisión de seguridad por los gobiernos en estos países», dice el comunicado.
El desafío para Microsoft estaría no sólo en alcanzar un trato antes del 15 de septiembre, sino en garantizar los niveles de «seguridad» que, según la Casa Blanca, son necesarios para permitir a la marca operar en Estados Unidos.
Creadores y expertos preocupados
Para muchos, un trato entre Microsoft y ByteDance sería suficiente para «salvar» a la aplicación, pero para los cerca de 20 millones de adolescentes y jóvenes que conforman la base de usuarios de TikTok, la cosa no pinta tan bien.
Esto se debe a que éste sector ha encontrado en la plataforma un «espacio para ellos mismos», luego de que Facebook e Instagram se llenaran de adultos y de empresas vendiendo productos.
«TikTok es muy Gen Z, y ellos están felices de encontrar algo que finalmente les pertenece», dijo a BBC Sally Griffin, que cuenta con 462 mil seguidores.
Para este grupo, así como para muchos adultos defensores de la privacidad, es precisamente esta «supervisión apropiada» prometida por Microsoft, la que terminaría por hundir al servicio de concretarse un trato, pues esa confianza y libertad que sienten sus usuarios se desvanecería.
Pero no son los únicos preocupados por la posible compra. Algunos expertos en tecnología también han expresado su incomodidad con el modo en que el presidente de los Estados Unidos ha manejado el asunto y la solicitud que hace de entregar parte del dinero al gobierno norteamericano.
«Odio decirlo pero es casi un comportamiento mafioso, amenazar con una prohibición para bajar el precio de la app para luego decir ‘oh, deberíamos ganar algo de ese trato para darnos las gracias por hacerlo posible», dijo la reportera de la revista MIT Technology Review, del Instituto Tecnológico de Massachusetts.
El abogado Nicholas Klein también opinó al respecto, opinando que el gobierno no tiene la autoridad para pedir «partes» en un trato comercial privado por medio de entidades federales.
Mientras tanto, ByteDance notificó que está considerando la posibilidad de establecer sus oficinas fuera de los Estados Unidos, con especulaciones de que podría mudarse a Londres, en el Reino Unido. Hasta que no se llegue a una conclusión, los 800 millones de usuarios de la plataforma permanecen en suspenso.
