Susana Raffalli, nutricionista, especialista en seguridad alimentaria e investigadora de Cáritas de Venezuela, afirmó que en Venezuela ocurre un descenso del consumo proteico desde 2012.
Esta disminución ha sido tal que en el 2022, solo el 20% de la población tiene acceso a la proteína. De acuerdo con Rafalli, entre el año 2012 y 2022, el 80% de la población dejó de consumir proteína.
Los datos surgen de una entrevista publicada por el portal de noticias de elestimulo.com, y reeditado por cotejo.info el 24 de abril de 2022.
El consumo de proteína en Venezuela es tan crítico que la población infantil también ha sido alcanzado como el resto de la población. Según la activista humanitaria, hay una población infantil que llega a los dos de edad sin haber probado proteína.
«Hay niños que llegan a los 2 años y no han probado un pedacito de pollo o carne. Entonces, el consumo de proteínas de alto valor biológico, que son las carnes animales, ha bajado mucho», afirmó Rafalli.
Sin embargo, la falta de consumo de proteína no es el mayor problema, sino lo que deja de consumir el niño desde el punto de vista nutricional y sus consecuencias.
Rafalli afirmó que uno de los productos con mayor carga proteica es la carne roja que contiene hierro. Su falta de consumo está ocasionando cuadros anémicos, según la nutricionista: «eso explica los altísimos niveles de anemia que se están registrando”, afirmó.
A juicio de Rafalli, el gobierno de Nicolás Maduro reconoció de forma indirecta este problema. Prueba de ello es la creación del Combo Proteico, como una forma de hacer frente a este problema.
Cotejo de datos
Según cotejo.info, los datos aportados por Susana Rafalli fueron sometidos a verificación mediante consultas con varias organizaciones no gubernamentales como la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga), la Asociación Venezolana de Agricultura Familiar (AVAF), la Red Agroalimentaria de Venezuela (Red AAV) y el Observatorio Venezolano de Seguridad Alimentaria y Nutrición (OVSAN).
Las mencionadas organizaciones y gremios habrían sustentado mediante una base de datos la veracidad de las afirmaciones de Rafalli.
Uno de los datos aportados por Fedenaga asegura que el promedio anual de consumo de carne en Venezuela es de apenas 8 kilos 500 gramos. Según este dato, el venezolano consume algo más de 700 gramos de carne al mes.
De acuerdo con el gremio de los ganaderos, en la década de 1990 un venezolano podía consumir hasta 24 kilos de carne al mes, un promedio de 600 gramos al día.
Según la tesis de Fedenaga, la producción ganadera tiene una capacidad de abastecimiento del 90%, una capacidad elevada de respuesta a la demanda de carne.
No obstante, desde la federación consideran que el problema no está en la producción sino en la «macroeconomía»: «los venezolanos no tienen el poder adquisitivo para comprar carne”.
Los números de Fedenaga colocan muy por debajo del consumo de proteína en el planeta que, según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) debe ser de 43,9 kilogramos al año.