Raúl come una sola vez al día para sobrevivir en Trinidad y Tobago

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Con el decreto de la cuarentena por la pandemia de la COVID-9 en Trinidad y Tobago, los ingresos de Raúl mermaron al mínimo. Los de él y los de miles de venezolanos que viven en la isla, muchos en condición migratoria ilegal.

Raúl es natural de Delta Amacuro y con la llegada de la pandemia, si bien no fue despedido, su pago se redujo a más de la mitad. En su intento por hacerle frente a la crisis, ahora se ha ajustado al “nivel Venezuela”, lamenta.

Varios de los connacionales que viven en la isla han sido desalojados de las casas o habitaciones por no poder pagar el arriendo. No obstante, apenas una minoría ha logrado mantener sus puestos laborales, aunque con un pago menos de la mitad. Es el caso de Raúl.

Él ha tenido que disminuir sus raciones de comida al mínimo: una sola vez al día. Ha sacado sus cuentas y asegura que podría mantener este “sacrificio” hasta agosto, si no lo despiden de su trabajo. Trabaja dos veces a la semana, por lo que el dinero que ingresa se redujo a más de la mitad.

“Decidí eso para estirar la comida y ahorrar dinero y pagar el alquiler”, dijo.

Afirma que con lo poco que ha podido ahorrar puede sobrevivir hasta agosto, aunque muy ajustado. Actualmente trabaja en una finca sembrando cebolla, tomate, entre otros rubros.

Al menos 6 mil venezolanos estaban apuntados en una lista intentando regresar a su país, según el informe de la empresa naviera Puerto Caribe, la organización privada que se ofreció servir de transporte. No obstante, los avances dependen de la capitales Caracas y Puerto España.