Las líneas de créditos personales y empresariales estaban totalmente inactivas en Venezuela hasta hace unos meses, pero en la actualidad existe un resurgimiento en los métodos de financiamiento, lo cual según expertos es un indicativo alentador para la reactivación de la economía en el país.
María Calderón, contadora y especialista en finanzas y tributos, explicó en una entrevista realizada en el programa En Confluencia de Radio Fe y Alegría Noticias que el inicio de esta restauración no se dio con la apertura de las carteras de crédito en los bancos, sino a través de iniciativas pequeñas, con límites bajos.
En ese sentido, mencionó que una muestra de las nuevas propuestas económicas para dinamizar la economía es la aplicación Cashea, afirmando que, aunque los créditos son insuficientes para mover el aparato económico, es fundamental que se den estos primeros pasos.
Calderón recordó que el uso de tarjetas de crédito o de solicitudes al banco es una cultura que se ha perdido, en parte por la crisis económica que ha enfrentado la nación venezolana en los últimos años, donde el crédito quedó sin utilidad por la elevada tasa de inflación.
Los recursos que disponían los bancos para prestar este tipo de servicio eran reducidos, por la disminución que hubo en los ahorros de los venezolanos y el ritmo acelerado de la devaluación. Según las cifras publicadas por el Banco Central de Venezuela (BCV), la inflación en 2017 fue de 862,6%, lo que dio apertura a un periodo de hiperinflación que dejó sin cabida a la intermediación financiera.
Perder el temor
Según la especialista en finanzas, los ciudadanos necesitan formarse “y entender cómo el apalancamiento financiero y los créditos pueden ayudar”.
“Aunque hemos pasado por situaciones bastante complejas en Venezuela, que no las podemos obviar, ya el temor no tiene que ser un elemento fundamental cuando se toma una decisión de financiamiento. La situación está cambiando y estamos migrando a otros esquemas que debemos conocer”, dijo Calderón.
La forma de mitigar la desconfianza, según ella, es a través de la educación para promover una cultura del manejo responsable de las tarjetas de créditos: las personas deben saber cuáles son los beneficios de obtener el financiamiento, pero con el compromiso de cumplir con el pago de las cuotas.
Calderón argumentó que parte del manejo básico de los conceptos financieros es comprender que al tomar un crédito y utilizarlo de forma productiva, tiene un efecto multiplicador en la economía.
El conocimiento en materia de finanzas también ayuda a dimensionar el impacto que tiene tomar un crédito, el cual se debe pagar para que el historial esté limpio y pueda crecer. De no hacerlo así, se tendría una penalidad por los intereses moratorios y se limitará el acceso a los créditos en un futuro.
Sobre Cashea
No todas las personas tienen la posibilidad de acceder a una tarjeta de crédito en Venezuela. En ese contexto, existen alternativas de mayor disponibilidad para la población, como es el caso de Cashea, una aplicación que permite pagar productos por partes y sin intereses en las tiendas que poseen este método de pago.
Calderón consideró esta modalidad como una opción positiva desde la perspectiva numérica. “Pudiese ser sostenible en el tiempo, porque la gente sí está pagando”, comentó.
Por otro lado, aclaró que no es suficiente para nuestra economía y agregó que se necesitan más alternativas de compras accesibles.
Asimismo, la contadora mencionó que hay empresas en situación de colapso que han implementado esta herramienta luego de evaluarla y notan que les conviene estar dentro de la dinámica, para que los productos salgan de los anaqueles.
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