Eran las 6 y 03 minutos de la tarde del lunes 6 de noviembre. En la capital de Apure, San Fernando, el cielo de la ciudad de la esperanza empezó a ponerse gris de repente. El chubasco también apareció de pronto. En la mayoría de los hogares ponían la radio porque estaba comenzando el programa Háblame Bajito de Radio Fe y Alegría Noticias. En algunos negocios lo hacían por internet. Pero sorpresivamente se bajó el palo de agua y con él se fue la luz. Todo quedó a oscuras y el silencio de la electricidad no pudo contener el estruendo de los truenos y relámpagos. El presagio no era alentador.

También había mucha gente en las paradas de autobuses y bambuchas, como le dicen acá a un tipo de transporte público. Era la hora pico. Con el aguacero la mayoría de las unidades dejaron de trabajar. Los motorizados que hacen de taxis también se retiraron del centro de la ciudad a guarecerse. No cuentan con un refugio para ellos, al estilo de las grandes ciudades. Es que a San Fernando le falta de todo.

En los barrios, sobre todo del sur, siempre el fregado sur, iniciaban los lamentos. Varios techos de algunos ranchos volaban por los aires. En otras viviendas, humildes por demás, llovía más adentro que afuera. No podían usar los tobos que tenían para parar los goteras porque los usan para agarrar el agua de la tubería que suele llegar por las madrugadas, un par de horas, en la mayoría de las veces.

San Fernando tiene más de 80 barriadas populares. Con este aguacero 30 quedaron seriamente afectados. En la mayoría de ellas las calles siguen siendo de tierra. Y con este chaparrón el barro, no el del alfarero, sino el de la pobreza y la miseria se hizo presente una vez más.

La ciudad, la que debería ser la más importante de Apure, solo tiene en el sur oeste, siempre el sur, 3 sistemas de achique de agua contenida en los canales de cintura. Anoche no les dio tiempo a los operadores prender las bombas. El agua se desbordó. La tristeza y la impotencia también.

Árbol caído en la principal parada de transporte público de San Fernando. Foto: Cortesía.

Para rematar, en los barrios La Estrellita y La Guamita de la parroquia El Recreo no tenían servicio eléctrico desde las 7 de la noche del lunes. El señor Richard Luna conversó con Radio Fe y Alegría Noticias a las 9 de la mañana, es decir, 14 horas después. Seguían sin luz. Y Corpoelec solo brilló con sus luces en el encendido del boulevard el pasado 1 de noviembre. Sigue apagada su respuesta.

Al menos 10 árboles fueron derribados por el chubasco. Por fortuna, por un lado, y para mala suerte, por el otro, el único árbol que daba sombra en una de las paradas principales del Paseo Libertador de San Fernando, se desprendió de su raíz sin lastimar a nadie. Pasadas las 11 de la noche la vía estaba despejada. Pero seguían lloviendo. La gente continuaba llorando, también.

Los pronósticos meteorológicos a nivel nacional indican que va a seguir lloviendo torrencialmente en gran parte del país por el paso de una vaguada. Ojalá que también pase una nueva esperanza, al menos para San Fernando.

Sigue todas nuestras entrevistas y la información que se produce desde las regiones uniéndote a nuestro canal de Telegram.