Beatriz Valdéz, profesora de la Universidad Central de Venezuela y miembro del equipo de Reto País, habló sobre «El reto de vivir con dignidad», un libro que recoge proyectos ciudadanos planteados en los diversos encuentros realizados por la organización durante el año 2017.
«Hay una desesperanza a nivel nacional reportada por las noticias negativas y lo que vivimos. Pareciera que los venezolanos no tenemos claro el país que queremos, por lo que Reto País se propuso hacer un ejercicio que permitiera concentrar distintas personas, entre organizaciones que trabajan a nivel local, municipal y nacional, para indagar sobre qué tipo de valores sociales piensan que es importante para el país, cuáles son las instituciones que deberían obtener y cuál es el tipo de Estado que está enseñando», explicó Valdéz a Radio Fe y Alegría Noticias el pasado 30 de noviembre durante foro «La Venezuela deseada y posible» que se realizó en la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab).
Este ejercicio se ha realizado desde el año pasado y se culminó en julio de este año: «Los resultados son alentadores y contraponen la desesperanza que se siente en las redes sociales», indicó Valdéz.
Los principales problemas detectados tienen que ver con los servicios públicos: el mal servicio de agua, el poco acceso a la alimentación y medicamentos. También en el ámbito social, se observa la deserción de los alumnos en las escuelas y la carencia de educación.
«Las comunidades están conscientes que hace falta prácticas como la comunicación y el compromiso sostenido porque la gente reconoce que hay compromiso», agregó.
Todos estos problemas tienen que ver con las necesidades básicas, que cada vez son menos atendidas por el Estado, «quienes fallan de manera sistemática en proveer y promover las necesidades básicas de las personas», aseguró la educadora.
Otra cosa interesante que comentó es que los venezolanos no solo exigen derechos: en términos de valores sociales están comprometidos para que haya también deberes. Piden con mucha insistencia el respeto, justicia, sentido de pertenencia, responsabilidad, tolerancia y solidaridad.
Por otra parte, al Estado se le pide que regule, pero que no sea el actor fundamental de todo y que haya otras organizaciones e instituciones que puedan participar en el desarrollo de la nación.
«Se ve que emerge un sueño de una Venezuela reconciliada, en donde todos sean respetados en sus diferencias para aportar hacia un desarrollo que lleve el país al bien», expresó.
En el caso del estado Zulia, se determinó que es un eje importante en el respeto, puesto que «se ve marcado por la serie de dificultades que tiene el estado, que son cuatro veces más complicado que el resto del país».
También se comprobó que hay mucha preocupación por los ancianos y niños, ya que se considera que el Estado tiene mayor vulnerabilidad en ese ámbito.
Finalmente, el estudio arrojó que la capital zuliana sueña con un país desarrollado, y para eso debe haber una educación de calidad.
Por Nazaret Torres Padrón
