La Universidad Séchenovski, de Moscú, Rusia, anunció este sábado 11 de julio que culminó con éxito las pruebas clínicas de la primera vacuna del país contra el Coronavirus.
Así lo dijo el director del Instituto de Medicina Traslacional y Biotecnología de esa universidad, Vadim Tarásov, quien explicó que el fármaco se probó en un grupo de 38 militares rusos de ambos sexos, que se ofrecieron como voluntarios por iniciativa propia.
Tarásov explicó que los voluntarios permanecieron aislados por dos semanas, para garantizar que no estuvieran expuestos al virus. «Esto afectó su estado psicológico, hubo conflictos y aumento de estrés. Pero ya volverán a su vida normal», relató.
Por otro lado, el director del Instituto de Parasitología Médica y Enfermedades Tropicales y de Transmisión Vectorial, Alexánder Lukáshev, señaló que los exámenes demostraron la seguridad de la vacuna.
«Salvo un aumento en la temperatura corporal en los primeros días después de la vacunación, los participantes en el experimento no mostraron ninguna reacción negativa, todos se sienten bien», dijo Lukáshev a la agencia de noticias RIA Novosti.
A continuación, se espera que el prototipo pase a la fase de producción a gran escala.
Para eso, Alexánder Guíntsburg, director del Centro de Investigación Nacional de Epidemiología y Microbiología Gamaléi de Moscú, que desarrolló la vacuna, consideró que harían falta «unos setenta millones de vacunas» y, según la viceprimera ministra Tatiana Gólikova, esta producción arrancaría en septiembre.