El territorio de la Guajira sufre una de las sequías más inclementes en los últimos años y que golpea fuertemente a las familias wayuu. Los sectores rurales de esta esta región están sin una gota de agua.
Para obtener un poco de agua estas personas tienen que caminar largas distancias hasta los reservorios naturales que no dan agua de buena calidad.
Varios de sus habitantes señalaron, a través de Radio Fe y Alegría Noticias, que hasta este jueves 19 de agosto «no tenemos ni una gota de agua, por ahí hay una jawei verde».
Mencionaron que la sequía y la falta de funcionamiento del acueducto les obliga a acudir a algunos jagüeyes como los de Potrerito, «y otros tres más, pero también están secos, no tienen nada de agua».
Vale recordar que en mayo de este año las comunidades situadas en el eje de El Brillante como Guana, Carretal, La Argentina, La Ceiba y El Rodeo lograron contar con el servicio por tubería después de 4 años.
Pero la mayoría de sus habitantes aseguró que en los últimos meses solo pueden tener agua cuando «baja por fuerza de gravedad» porque no cuentan con sistemas de bombeo, ya que el suministro solo alcanza 15 kilómetros de los sectores rurales, dejando sin el servicio a numerosas comunidades.
Esto sin contar con que muchas de las tuberías «están rotas, tienen muchos huecos». Lo que complica mucho más el suministro de agua.
Residentes de algunos sectores como Caujarito, Calié, Colopuntai, El Brillante, Guarero, Moina, Rabito, Paraguaipoa y de zonas adyacentes sobreviven de los pozos artesanales y jagüeyes pero sus aguas ya lucen verdosas.
El joven Guillermino Palmar le exigió a las autoridades locales «que estén pendientes de esto y no solo cuando haya elecciones, que mantengan el agua para el pueblo».
Hace dos meses los voceros de los consejos comunales enumeraron las tuberías y exigieron la colaboración de 2 mil pesos colombianos, unos 2 millones de bolívares, por familia para supuestamente mejorar el servicio y hasta la fecha no han resuelto nada.
Otro problema que se suma a estas penurias es la ausencia de los camiones cisternas. Los wayuu tienen que caminar en algunas ocasiones hasta los molinos porque para rematar los jagüeyes han bajado su nivel. Y el calor aumenta y tampoco llueve.
Por Norma González/Radio Fe y Alegría Noticias