Para la filósofa zuliana Gloria Comesaña, la mujer ha evolucionado, pues ya se le puede observar fuera del ámbito hogareño estudiando o trabajando. Pero, sostiene, los avances aún no son suficientes por los condicionamientos que la sociedad le impone y que suelen ser muy discriminatorios.
“Seguimos dentro de un universo patriarcal y androcéntrico, es decir, un universo hecho para los hombres y las mujeres como segundo lugar a su servicio”, argumentó a Radio Fe y Alegría Noticias.
En ese sentido, colocó el ejemplo religioso: “Desde el punto de vista religioso, deben ser muy devotas y entregadas a las cuestiones de tipo religioso, pero dentro de las religiones normalmente ocupan siempre, con algunas excepciones, puestos secundarios”.
En pleno 2020, explicó, las mujeres siguen siendo criadas para permanecer en el hogar, atender los trabajos domésticos y a un esposo, incluso cuando tienen una profesión.
El ejercicio del poder en mano de los varones
Comesaña está convencida de que el problema discriminatorio hacia las mujeres parte del hecho de que los hombres siguen ocupando los principales puestos en los distintos ámbitos del poder, como la política.
“El problema es que el ejercicio del poder está en manos de los varones”, aseguró. “Por eso es que estamos en un mundo patriarcal, en un mundo androcéntrico donde todo gira alrededor de los varones. Es cierto que hay bastante mujeres en la política, pero eso sigue siendo todavía una excepción”.
Marginadas
Comesaña, también fundadora de la Cátedra de la Mujer en la Universidad del Zulia, afirmó que en el tema de la pobreza, las mujeres se ven mucho más afectadas.
“Las mujeres siguen siendo discriminadas. Las más discriminadas entre las discriminadas, son aquellas que pertenecen a un nivel material marginal que no puede costearse su alimentación, que no puede acceder hoy en día a los estudios universitarios o bachillerato. Esas mujeres de alguna manera forman parte de la marginalidad”, señaló.
Este tema en particular afecta aún más a las mujeres indígenas, negras o migrantes. “La mujer no puede realmente salir adelante si tiene que depender económicamente y moralmente de un varón. De tal manera, que todas las mujeres estén en el lugar que estén, sufren una tremenda discriminación y son víctimas de una tremenda desigualdad”, resaltó.
Sobre las mujeres que nacen en “cuna de oro”, afirmó que ellas también enfrentan dificultades y “tendrían que ser muy ciegas para no darse cuenta de la discriminación que tienen frente al varón”. Es por eso, que la única manera de superar dicha discriminación es estudiar y acceder al poder político y económico.