En su programa Con Maduro+, el presidente de la República anunció este lunes 23 de setiembre que la economía venezolana tendrá un crecimiento superior al 10% en lo que queda de 2024.
Aclaró que tal crecimiento no solo se experimentará en el sector petrolero ni en los ingresos al fisco nacional desde estas exportaciones. “Lo que está ocurriendo en Venezuela es un proceso de crecimiento de una economía real, 18 motores; un motor fundamental es la industria y para que siga creciendo hace falta dinero, inversión, nuevas tecnologías y que siga potenciándose como en el año 2024”, dijo.
En el espacio televisivo habló de los efectos perjudiciales de la aplicación de más 900 medidas coercitivas contra la economía del país, aplicadas por EEUU y otros países de Europa.
Sin embargo, no detalló qué hará el ejecutivo nacional para cerrar la brecha cambiaria entre el dólar oficial BCV y el dólar paralelo, y que a decir de varios expertos en esta materia este diferencial no solo incrementa los niveles de producción sino que también afecta las cadenas de producción.
Y es justamente lo que expone la economista venezolana Tamara Herrera, quien aseguró que la brecha cambiaria que se registra en Venezuela, del 16 % desde la última intervención cambiaria, genera un aumento en los costos de la cadena de producción de los diferentes sectores.
La directora de la firma de Síntesis Financiera señaló que la venta a la tasa oficial y la cancelación de acuerdos o renovación de inventarios en tasa paralela genera una pérdida en los negocios, lo que los obliga a trasladar ese aumento de manera “gradual” a los productos.
Resaltó que el incremento representa un “elemento recesivo” debido a que las compañías no pueden expandirse, lo cual provoca la desaceleración de la actividad económica y, de prolongarse, un problema en la empleabilidad.
La brecha “genera inflación en dólares y también en bolívares”.
“Obviamente, se perjudica al consumidor y a toda la cadena de producción. Es una distorsión que, a lo mejor, el Gobierno prefiere esa inflación a la que se generaría si ellos permitieran que el dólar oficial aumentara de precio y no se distanciara tanto”, dijo a Radio Fe y Alegría Noticias.
El arbitraje cambiario es una respuesta racional y no una “viveza criolla”
Por su parte, el economista Aldo Contreras afirmó este martes 24 de setiembre que el “arbitraje cambiario” —que se sitúa entre seis y siete bolívares por dólar entre la tasa oficial y la del mercado paralelo, que resurgió tras casi nueve meses de estabilidad— no es consecuencia de la “viveza criolla”, como algunos sugieren, sino una respuesta racional de los empresarios ante las actuales condiciones económicas del país.
Durante su participación en el programa De Primera Mano de Radio Fe y Alegría Noticias, Contreras explicó que el Banco Central de Venezuela (BCV) redujo la oferta de divisas en las mesas de cambio de 100 millones de dólares a solo 30 o 35 millones de dólares semanales.
Esto, según él, obligó a los empresarios a buscar estrategias para ajustarse a la realidad del mercado, como por ejemplo, recibir el dólar a una tasa intermedia, hacer descuentos para quienes paguen en divisas o negociar con el proveedor o cliente la forma de pago, lo cual ha generado molestias por parte de este último.
“Quienes reciben a BCV, pero importan y no consiguen los dólares oficiales en el banco, o los consiguen con una recarga del 3,80 %, que es la comisión por retirar divisas de las mesas de cambio, compran a un dólar más caro que el dólar BCV y si no los consiguen en este mercado oficial, deben acudir al mercado paralelo, lo que lleva a los importadores a buscar estrategias para protegerse”, precisó.
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