Sin Cargill los productos de harina de trigo quedan en el limbo

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La empresa Cargill, con una trayectoria de 34 años de operaciones en Venezuela, ha vendido sus activos y la consecuencia directa es el cierre de sus actividades, tal como lo anunciaron sus ejecutivos.

Una de las actividades más importantes de Cargill constituía la producción de harina trigo, una materia prima importante para la elaboración del pan.

Manejaba marcas emblemáticas como pastas Ronco y Mimesa; harinas de trigo Blancaflor; Aceite Vatel y la tradicional denominación de manteca Los Tres Cochinitos; y en alimentos para animales tiene a Purina.

Con el cese de operaciones deja a 300 trabajadores desempleados y generará más escasez de harina de trigo, advirtió el presidente de la Federación Nacional de la Industria de la Harina (Fetraharina), Juan Crespo. 

Cargill también producía pastas alimenticias, aceites comestibles, grasas vegetales, sal y alimentación animal. Estos rubros también son afectados y el mercado nacional sentirá su efectos a corto plazo.

Producción de Cargill cayó de 30 mil a 3 mil toneladas

En septiembre de 2020, la empresa ya había anunciado que solo recibía 3 mil toneladas de materia prima mensual, cuando su capacidad de procesamiento es de 30 mil.

Ante esta situación pidió al Ejecutivo Nacional la asignación de 120 mil toneladas de trigo permanentes para cubrir el mercado nacional. Este pedido realizado en septiembre de 2020 no obtuvo respuesta.

Fondo Phoenix Global Investment y el grupo local Puig, los nuevos dueños

La empresa estadounidense Cargill vende sus acciones en Venezuela al fondo Phoenix Global Investment y al grupo local Puig.

No existe una claridad sobre el futuro de los productos de la línea Cargill. Tampoco existe información sobre el futuro de los trabajadores de Cargill.

Igualmente no se conocen las proyecciones sobre el impacto de la compra de los activos de Cargill por parte de Phoenix Global Investment y al grupo local Puig.

Sin embargo, Cargill no ha descartado la continuidad de los productos y la garantía al trabajo de sus empleados, aunque no ha sido directos, es posible que exista un acuerdo.

Hay que recordar que el portafolio de Puig, se basa en productos de galletería y dulces y la compra de los activos de Cargill pudiera significar diversificación y ampliación de sus productos.

60% de contracción de la industria panificadora

Juan Crespo, presidente de la Federación Nacional de la Industria de la Harina, aseguró que la en Venezuela existe un 60% de contracción de la industria.

«Hay un 60% de contracción en la industria, en consecuencia estamos en emergencia. Nosotros pensamos que tiene que haber un cambio de rumbo», dijo Crespo.

A juicio del dirigente sindical, el Estado venezolano debe priorizar la producción nacional por encima de los productos importados, para darle al país el soporte económico necesario.

La industria nacional no puede competir con las transnacionales y menos con aquellas empresas respaldadas por el Estado venezolano, pero que no generan dividendos para el país.