Si hay algo de lo que podemos estar seguros, es que si la Liga Venezolana de Béisbol Profesional se realiza, habrá protocolos estrictos de seguridad. De resto, la temporada 2020 está “en veremos”.
Uno de los principales problemas desde el año pasado para que dé inicio el playball en el país, son las sanciones económicas de los Estados Unidos sobre Venezuela.
“Los jugadores de las ligas mayores y menores afiliadas a la Major League Baseball (MLB) no podrán participar en la competencia”, dicta el comunicado de las saciones.
Sin embargo, para “ablandar” un poco la situación que incomodaba al público beisbolero al no poder disfrutar de los grandes ligas, el 3 de diciembre de 2019 la MLB levantó las sanciones a seis equipos.
Navegantes del Magallanes y Tigres de Aragua quedaron por fuera.
A esto se le debe sumar que el 17 de julio del presente año Bravos de Margarita fue intervenido. Una medida que buscó intervenir los bienes del empresario Tobías Carrero, entre los cuales se encontraba dicho club. Por ende, los insulares pasaron a manos del Ejecutivo Nacional.
De esta manera, se convirtió en el tercer club venezolano que no puede tener relaciones con la MLB, ni vinculación con jugadores, técnicos, personal, incluso proveedores, hasta que cambien los estatus, los cuales deben decir que no son financiados por el gobierno.
Posterior a eso, deben esperar la aprobación de la Gran Carpa.
Las sanciones aún persisten, por lo que estas tres novenas estarían en completa desventaja con respecto el resto.
Sin acuerdos protocolares
Inmersos en la emergencia sanitaria que envuelve al mundo y a Venezuela debido a la pandemia de la COVID-19, se necesitan normas de seguridad sanitaria que resguarden la salud de los peloteros, entrenadores y personal que hace posible, cada año, la pelota criolla en el país.
El 18 de agosto del 2020 la liga se pronunció en un comunicado oficial en el que decía:
“Tenemos el deber de manifestar muy responsablemente que el montaje del evento favorito y más esperado del pueblo venezolano se hace cada vez más complejo”.
Manifestaron que hay factores que la LVBP no controla, como la certeza de un restablecimiento normalizado de vuelos internacionales, así como el ascenso de contagios por el virus que trastoca la certidumbre de los días por venir.
El presidente de la liga, Giuseppe Palmisano, también se pronunció e informó que no han podido viajar a Washington para hablar con la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC)
“Estamos contra el tiempo. Se necesita que se cambie todo el escenario con el tema del Coronavirus y la LVBP se tiene que alinear con el ente gubernamental para lo que será el protocolo de salud”, declaró Palmisano.
Pero este acuerdo aún no llega.
Peloteros alzaron la voz
El primero fue el pitcher de los Tigres de Aragua, Guillermo Moscoso, quien a través de su cuenta en Twitter exigió respuestas acerca del inicio o no de la temporada, preguntando por una posible burbuja en la que se pueda jugar.
Moscoso, junto a Francisco Butto y Alberto González crearon una nueva asociación el pasado 18 de septiembre: la Asociación de Peloteros Profesionales de Venezuela.
En una rueda de prensa vía Zoom explicaron que desean poder trabajar de una mejor manera junto a la LVBP, los dueños de los equipos y la Federación Venezolana de Béisbol.
«Queremos recalcar que no venimos revolucionar el béisbol en Venezuela; queremos hacerlo mejor», explicaba Butto.
Por su parte, Moscoso aclaró que hay todo un movimiento formado para trabajar a beneficio de ellos, de los equipos, de los dueños y la liga.
No obstante, este domingo 20 de septiembre, la Federación Venezolana de Béisbol emitió un comunicado oficial expresando que se apegan a las normas de las autoridades del Ejecutivo Nacional.
A partir de esta semana se permitió flexibilidad de la cuarentena en Venezuela, exceptuando las escuelas de iniciación deportiva, los clubes deportivos, las asociaciones deportivas, estatales, academias y programas
“Continua la consulta de carácter municipal, estatal y nacional para la elaboración de protocolos sanitarios y planes de funcionamiento para ser aplicados en una posible reanudación de actividades”, indicaron en el comunicado.
En una reunión que tendrían los ocho equipos y la directiva de la liga, revelarían si iban a poder contar con el apoyo que se necesita para cubrir los altos costos. Pero al no pronunciarse después de dicha reunión, todo es cada vez más confuso.
Se especulaba que ésta zafra se jugaría con un calendario de 24 juegos durante la segunda quincena de noviembre en los estadios de Caracas, Maracay, Valencia y La Guaira.
Por ahora, el deporte favorito de los venezolanos está aún en stand by.