Etiqueta: José Aranguibel Carrasco
Llegó de Alemania y ayudó a desarrollar la industria cervecera del...
El joven Walter Robert Wilhelm Lückert Wehner llegó a Venezuela a los 23 años de edad, el 9 de marzo de 1927 en plena...
¿Liderazgos de papel?
“Necesitamos líderes que no estén enamorados del dinero, sino de la justicia. Que no estén enamorados de la publicidad, sino de la humanidad”. Martin...
Otro intento de golpe de Estado volvió a burlarse de CAP...
El 27 de Noviembre de 1992 otra vez la excesiva confianza, descuido, desinterés o pensar que un segundo intento golpista en un mismo año...
¿El Zulia es otra vez tierra de esperanza?
“La mayor gloria no es no caer nunca, sino levantarse siempre”. Nelson Mandela.
Usted que ha comenzado a leer este artículo deténgase y piense, por...
Los que llegaron al Zulia y se quedaron: nacieron en el...
Si era o no cosa del destino ya el matrimonio de Antonio Romolo Cafoncelli (+) con María Concetta Tedesco estaba escrito en el libro...
El ruido de las focas
“Más vale ser vencido diciendo la verdad que triunfar por la mentira”. Mahatma Gandhi.
En el mundo animal es sabido que las focas cuando aplauden...
¡Un venezolano de excepción!
“Si al que no tiene tiempo para mirar las nubes que vuelan sobre su cabeza, las hojas que el viento agita, el agua que corre...
El Naranjal de Maracaibo transita a sus 60 años en el...
A los habitantes no les importa cuál organismo llegue primero, sino que el que atienda el llamado comience arreglando la vialidad, colegio, parques, plazas...
¡Entre insultos, persecución, figurones y esperanza!
Solo 8 días nos separan del 28 de julio cuando los venezolanos, --millones adentro y muy pocos fuera del país--, decidamos a través del voto darle un rumbo distinto, un viraje, un cambio al destino de esta gran nación que durante los últimos 25 años ha sufrido, padecido y ha retrocedido en el tiempo, alejándonos del camino del progreso, bienestar y de la modernidad de una tierra rica que hoy traduce su tragedia social en los millones que no sufragarán y que han huido a cualquier lugar del mundo, buscando la calidad de vida que le ha estado negada durante un cuarto de siglo.
En el Zulia tenemos memoria
“La tragedia debe ser utilizada como fuente de fortaleza. Así que no importa cuales sean las dificultades, que tan dolorosa sea una experiencia: si perdemos la esperanza, ese es nuestro verdadero desastre”.