Trump y Biden intercambiaron ataques personales en primer debate

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Foto: AFP

Aunque muchos esperaban una confrontación de alta tensión, tanto el actual aspirante a la reelección presidencial, Donald Trump, como el aspirante a gobernar los Estados Unidos, Joe Biden, decepcionaron a millones de televidentes que los siguieron en el primer debate de los tres que se han programado de cara a las elecciones del 3 de noviembre.

Ambos septuagenarios se llenaron de ofensas y acusaciones personales. En varias ocasiones el candidato Biden mandó a callarse la boca al excéntrico mandatario.

Este primer «round» se llevó a cabo en Ohio, Cleveland, región donde Biden aventaja a Trump en los sondeos con 49 puntos por encima de los 47 del mandatario.

Ésta es una circunscripción electoral que suele marcar tendencias importantes para los resultados finales en elecciones presidenciales.

Uno de los señalamientos personales que utilizó Trump para desarmar a su competidor fue el relacionado al caso de su hijo acusado de corrupción por, supuestamente, haber aceptado de la esposa del alcalde de Moscú, Rusia, 3 millones 500 mil dólares, a lo que Biden respondió de que todo era mentira y, visiblemente molesto, agregó que «bueno, es difícil hablar con este payaso. Discúlpeme».

Otro de los calificativos que molestaron notablemente al candidato demócrata fue cuando el republicano lo llamó «socialista». Biden reiteró que todo lo que estaba diciendo Trump «son puras mentiras».

Interrupciones iban y venían

Una de las mayores frustraciones que se llevaron los seguidores de este primer debate fue el alto número de interrupciones que hicieron perder el foco a los puntos de vista de ambos contendores en elementos cruciales para Estados Unidos.

Temas como el manejo del presidente de la pandemia de la COVID-19, la integridad y pulcritud de los resultados de las elecciones, el nombramiento de Amy Coney Barrett que puede dejar la Corte Suprema en control de los conservadores durante décadas. y cómo la Corte Suprema dará forma al futuro de la atención médica de la nación, quedaron en el tintero.

Por otro lado, Trump no condenó claramente a los grupos supremacistas blancos y su papel en la violencia en algunas ciudades estadounidenses este verano.

En cambio, dijo que la violencia es un problema de «izquierda» y le dijo a un grupo extremista de extrema derecha que «retroceda y se mantenga al margen».

El intercambio de Trump con Biden dejó al grupo extremista Proud Boys celebrando lo que algunos de sus miembros vieron como una aprobación tácita del presidente.

Las expectativas también reinaban si uno de los dos tocase temáticas relacionadas al papel que juega Estados Unidos en crisis de algunos países de América Latina como Nicaragua y Venezuela. Pero lejos estuvieron ambas menciones.

El debate fue moderado por el reconocido periodista Chris Wallace.

Con información de agencias internacionales