Ucrania denunció este viernes 2 de septiembre que Rusia manipuló la visita de los expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a la central nuclear de Zaporiyia, controlada por las tropas rusas.
Según la agencia EFE, será «difícil» que la agencia nuclear de la ONU pueda elaborar un informe imparcial sobre la situación real en la planta, que está bajo constantes ataques.
«El Ejército ruso miente, manipula y tergiversa la realidad en la planta nuclear de Zaporiyia al diseminar solo aquella información a la misión del OIEA que le beneficia», escribió la empresa estatal de energía nuclear de Ucrania en su cuenta de Telegram.
Según Energoatom, la presencia de vehículos militares rusos en la sala de turbinas de reactores «fue presentada a los expertos del OIEA como equipamiento de las fuerzas de defensa química».
Además, añadió, «los rusos no permitieron a la misión entrar en el centro de crisis de la central, donde hay actualmente personal militar ruso que los representantes del OIEA no debían ver», «ocultándoles» la presencia de «invasores rusos armados».
Energoatom también alegó que la parte rusa, que ocupa la planta desde el 4 de marzo, «bloqueó las comunicaciones móviles y de internet en Energodar», localidad que acoge la planta nuclear, «a fin de evitar que se enviaran fotografías y vídeos de la central nuclear y la ciudad dormitorio».
Asimismo, la empresa ucraniana de energía atómica sostuvo que solo se permitió trabajar a personal operativo en la planta, mientras que se limitó de manera significativa la presencia de personas en la ruta de la delegación del OIEA.
Libertad de prensa
Por otra parte, asegura que la mayoría de «los medios internacionales» en la entrada de la planta ayer eran «propagandistas rusos» y que se impidió a los periodistas ucranianos y extranjeros que intentaron llegar a través de territorio ucraniano pasar el puesto de control ruso.
Energoatom considera además que la misión fue objeto de un «espectáculo planificado» al aparecer en la ruta residentes de Energodar, ocupada también por Rusia, «que se quejaban del bombardeo de la Fuerzas Armadas de Ucrania».
«Los ocupantes mienten, tergiversan los hechos y las pruebas que atestiguan su bombardeo a la central, así como las consecuencias de los daños a la infraestructura de la planta. Como era de esperar, se culpa a las Fuerzas Armadas de Ucrania», denunció.
«Está claro que en tales condiciones será difícil para el OIEA hacer una evaluación imparcial de la situación en la planta nuclear de Zaporiyia», afirmó Energoatom.
El director general del OIEA, Rafael Grossi, sostuvo este jueves tras visitar la planta que «es obvio que la central y su integridad física han sido violadas varias veces, por casualidad o deliberadamente».
El jefe de la misión, que visitó «tres o cuatro áreas clave que quería inspeccionar personalmente», como algunas unidades de energía nuclear, los generadores de diésel y salas de control, y que también habló con empleados y ciudadanos de Energodar, según dijo, reiteró que «el OIEA está en la planta y no se mueve de allí».
Explicó que hay un grupo de expertos que estará «hasta el domingo o lunes» en la planta para profundizar la inspección a fin de elaborar el informe que Grossi debe presentar a la junta del OIEA.
Y luego habrá otro grupo que permanecerá en la planta, «con la esperanza de que pueda continuar brindándome a mí y a todos una evaluación imparcial, neutral y técnicamente sólida de lo que pueda estar sucediendo» en la central nuclear.
Grossi no especificó cuántos expertos permanecerán en la planta. Energoatom dijo el jueves que actualmente se han quedado cinco.
El jefe de la administración provisional prorrusa de Energodar, Alexandr Volga, dijo hoy en la televisión estatal rusa Rossía-24 que «en este momento en la central quedaron ocho personas» del OIEA,» más otras cuatro que les acompañan».