Un juicio político para la historia

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Cámara de Representantes EUU/Foto: EFE

A Donald Trump no le ha podido ir peor en sus últimos días como presidente de los Estados Unidos. Pasará a la historia como el único presidente sometido a dos juicios políticos o impeachment.

Incluso puede convertirse en el primer mandatario de Estados Unidos que sufra ese impeachment una vez que ya sea expresidente.

Porque a diferencia de los anteriores juicios en el Senado contra Andrew Johnson, Bill Clinton y Trump en el 2019, en esta ocasión el tiempo es un factor determinante, ya que de aquí a una semana el presidente electo, Joe Biden, jurará su cargo en las escalinatas del Congreso y Trump abandonará el poder al mediodía del día 20 de enero.

El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, ha indicado que considera que la mejor manera de sacar al trumpismo del Partido Republicano sería sometiendo al presidente a un impeachment. A Trump se le juzgaría por “incitación a la insurrección” por los hechos violentos en el Capitolio el pasado 6 de enero.

Pero es histórico juicio político necesita otros pasos para que concluya con un resultado esperado por muchos: el enjuiciamiento en tribunales a Donald Trump.

Este miércoles 13 de enero la Cámara de Representantes tenía la tarea de aprobar la norma procedimental que definía el impeachment, un asunto puramente mecánico. Y en efecto, así procedió.

Segundo, votar a favor o en contra. La votación debía salir adelante porque solo se necesita mayoría simple y la Cámara está en manos de los demócratas.

A partir de ahí todo es nuevo comparado con los anteriores juicios de la época moderna, ya fuera el de Clinton o el del mismo Trump. Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes, debe decidir entonces cuándo enviar la propuesta de impeachment al Senado, ya que bajo el actual calendario la Cámara Alta está en receso hasta el próximo día 19.

La única manera de que el Senado volviera a retomar sus sesiones sería si los líderes de ambos partidos, Mitch McConnell y Chuck Schumer, acordaran volver antes de lo que marca el calendario.

En este apartado, algunos demócratas habían pedido a Pelosi retrasar el inicio del impeachment para permitir que Joe Biden comenzase su mandato sin que pendiera sobre su cabeza semejante carga, lo que además retrasaría la confirmación de su Gabinete. Otros demandaban que comenzase de inmediato.

Si se confirman las palabras de este miércoles del líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, una vez aprobados los artículos del impeachment se enviarán de inmediato al Senado, donde se llevará a cabo el segundo juicio a Trump.

Esto despejaría las dudas sobre si los demócratas esperarían a los primeros 100 días del presidente electo Biden en la Casa Blanca para ejecutar el juicio y así no interferir en su agenda.

Sin embargo, según informan varios diarios estadounidenses, McConnell no reunirá al Senado durante el receso por lo que el proceso se dará con seguridad después de que Trump haya dejado la Casa Blanca.

No obstante, existe un precedente de un impeachment exprés. En 1868, la Cámara tardó solo tres días en enjuiciar al presidente Andrew Johnson para evitar que violase una ley que le impedía despedir al secretario de Guerra.

La Cámara acabó entonces los artículos relativos al impeachment una vez que el presidente ya había sido juzgado -y absuelto-. En resumen: La Cámara puede moverse tan rápido como deseen los líderes demócratas.

Y será en el Senado donde se le juzgue al controvertido personaje, incluso después de entregar la banda presidencial.

Por lo pronto, al parecer, el tiempo no alcanza para que lo destituyan al término de su mandato pero sí pudieran inhabilitarlo de por vida para ocupar cargos públicos, cuestión que tal vez anhelen unos cuantos en el país del norte.

Con información de El País