Una bebé de apenas dos meses de nacida y con un cuadro de desnutrición es la primera indígena venezolana positiva para COVID-19 en Brasil.
La bebé pertenece a la etnia warao y vive con su familia en un refugio municipal en Manaos donde están unas 380 personas que han denunciado hacinamiento y la falta de comida y agua.
La información fue difundida este martes 14 de abril por el diario brasilero Folha, que en su sitio web señala además que los indígenas venezolanos son considerados un grupo de riesgo para la infección por el nuevo Coronavirus por las condiciones en las que viven.
La bebé con el virus forma parte de un grupo de 157 waraos que fueron trasladadas a este refugio hace dos semanas, provenientes del refugio municipal en el barrio de Alfredo Nascimento que ya estaba abarrotado, en el lado este.
De acuerdo con fuentes de Radio Fe y Alegría Noticias, los padres de la pequeña migraron desde la comunidad fluvial de Mariusa, en Tucupita estado Delta Amacuro, y llegaron a Manaos en julio de 2017.
La Secretaría Municipal de Asistencia Social informó que la bebé comenzó a mostrar síntomas de resfriado durante el proceso de reubicación en el nuevo refugio.
Estuvo recluida en el hospital Delphina Rinaldi Abdel Aziz desde el 02 de abril pero la prueba de COVID-19 la hicieron el lunes 13.
Por este lapso de tiempo, la Secretaría asegura que no es posible determinar si se contagió en el refugio Alfredo Nascimento o en el centro de salud, reporta Folha.
La madre de la pequeña la acompaña en el hospital mientras que su papá está aislado en el nuevo refugio. Por precaución, todos los waraos fueron vacunados contra la gripe A(H1N1).
Sin embargo, la Secretaría no respondió en cuanto a la falta de agua en los refugios. En cuando a la alimentación, aseguró que les son entregadas tres comidas al día mientras que en principal, entregan los alimentos una vez a la semana para que los mismos waraos los preparen.
Migración de Waraos
El diario Folha reporta que los waraos comenzaron a llegar en masa a Brasil desde 2017 y para la actualidad, apuntan que hay unas 4 mil personas distribuidas en varias ciudades de este país.
De acuerdo con el medio, ocho indígenas venezolanos murieron en 2019 por enfermedades respiratorias, desnutrición, entre otras enfermedades.