Una mirada teórica al fenómeno de las migraciones

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Foto: Agencias.

En este artículo compartiremos un análisis crítico a partir de la revisión inicial de las teorías de la migración del doctor Joaquín Arango, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid. Hemos visto el vídeo hecho por el experto para El Colegio de la Frontera Norte, Tijuana (México), titulado “Primeras perspectivas teóricas en migración”, y asimismo hemos leído su artículo académico “La explicación teórica de las migraciones: Luz y sombra”, publicado en 2003 en el primer número de la revista Migración y Desarrollo.

En ambos coincide Arango en presentar una introducción sobre los orígenes en los intentos de teorizar el fenómeno migratorio, ubicar históricamente a algunos autores y enfoques conceptuales, y seguidamente detenerse y desmenuzar la teoría económica neoclásica aplica a la migración. Tras su repaso, el catedrático español termina por mostrar los límites e insuficiencias de esta teoría para explicar los procesos migratorios internacionales de la actualidad.

Arango también es el autor de otro texto, “Las ‘Leyes de las Migraciones’ de E. G. Ravenstein, cien años después”, publicado en 1985 y que justamente tiene conexión con la discusión.

Marcado por el positivismo de su época, Ravenstein -nos recuerda Arango- intentó aplicar (y allí está su límite) a asuntos humanos y sociales la idea de leyes de las ciencias naturales, provenientes del mundo de la física, la química o la biología. Los positivistas, a fin de cuentas, no concebían que un fenómeno existiese sin unas “leyes” que ayudarán a explicarlo. Reconociendo tal limitante, no puede dejarse de lado que Ravenstein, con una mirada empírica, caracterizó las migraciones que estaban ocurriendo en su tiempo.

Esto precedió a lo que sí constituye una verdadera época de teorización, a partir de los 1960 teniendo en primer término la explicación económica neoclásica. No se trata, esto lo recalca el estudioso español, una teoría específicamente pensada “para el fenómeno migratorio, sino una aplicación a este terreno del paradigma económico neoclásico”, basando para ello “en principios tan conocidos como la elección racional, la maximización de la utilidad, los rendimientos netos esperados, la movilidad de factores y las diferencias salariales”.

En el plano micro, esta teoría ofreció explicaciones del por qué los individuos migran. Se tratan, según esta perspectiva, de decisiones individuales y racionales, donde cada individuo evalúa costes y beneficios y determina la ventaja neta (de irse o quedarse). No puede obviarse, como lo precisa Arango, que nace con un precedente directo, las migraciones internas de los trabajadores en Europa.

Entretanto, en el plano macro, los procesos migratorios se originan por “la desigual distribución espacial del capital y del trabajo. Existen países o regiones abundantes en capital y otros son intensivos en trabajo (mano de obra). La teoría apuntaba, décadas atrás, a escenarios de equilibrio en los cuales prácticamente cesarían las migraciones. Tal cosa, a la luz de la realidad actual, dejó desfasado a este enfoque teórico.

El fenómeno contemporáneo de las migraciones internacionales no encuentra posibilidad de explicación en esta teoría neoclásica, dado que en la actualidad las personas dejan su país de origen por razones económicas (para mejorar sus condiciones), pero cada vez se observa la urgencia de salir para -literalmente- salvar sus vidas, como lo ha enfatizado otro experto en el tema, el doctor Douglas Massey.

Asimismo, la teoría neoclásica no ayuda a explicar porque las mayorías no migran, pese a la precariedad económica que se observa en muchos lugares del mundo. No hay en esta teoría un abordaje sobre aquellos factores que fijan o retienen a las personas en su lugar de origen, aunque dicho espacio o ámbito esté atravesado por adversidades o crisis de diverso tipo.

Otro cuestionamiento que hace Arango es lo que denomina el “carácter unidimensional” que tiene esta teoría para explicar la migración, enfocado exclusivamente en los factores económicos. Resalta, en términos negativos, “la exclusión de la dimensión política en una época en la que su importancia ha ido en aumento”.

Partiendo de reflexiones de Arango sobre los cambios profundos que registran las migraciones internacionales, estamos en una nueva era que tal vez requiera nuevos anteojos teóricos para aproximarse a este fenómeno global.

“De manera progresiva ha ido tomando forma un nuevo mapa mundial de flujos y conexiones, marcadamente distinto del que prevalecía con anterioridad”, sostiene Arango, y junto a esto, “la composición de los flujos migratorios es incomparablemente más heterogénea, tanto en lo que respecta a las procedencias de los migrantes como a sus características personales”.

Todo esto abona a la tesis del autor, que no es otra cosa que las limitaciones de la teoría económica neoclásica para explicar y comprender las migraciones internacionales en el mundo contemporáneo. Hay sin duda un gran desafío reflexivo y teórico allí, para analizar el fenómeno migratorio contemporáneo.

Andrés Cañizález es periodista y director de Medianálisis. @infocracia

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