Un espacio para caminar con Jesús
Espiritualidad
Viernes 15 de diciembre de 2023
Por: Antonio Pérez Esclarín
El Evangelio se lee y se recita, pero no se vive
Jesús vino y sigue viniendo en Navidad para invitarnos a trabajar por el proyecto del Padre de hacer un mundo más justo y fraternal. Nos deja en herencia el ejemplo de su sencillez, humildad y cercanía a los pobres y excluidos. Nos recuerda una vez más el mandamiento del amor y sigue insistiendo en la gran noticia de un Dios amigo que nos comprende y nos quiere y por ello desea nuestra felicidad. ¿Cómo estamos respondiendo en estas navidades los seguidores de Jesús a su propuesta? Cuando no se vive activamente la fe, cuando se reduce al cumplimiento de una serie de prácticas religiosas y olvidamos al hermano necesitado, cuando la oración y las celebraciones no llevan al compromiso servicial y solidario, todo se desvirtúa.
Afirmamos la fe con los labios pero no la contagiamos con la vida. La religión se convierte en deber, en rutina o en celebración vacía, más que en vida apasionante. El Evangelio se lee y se recita, pero no se vive. Las celebraciones recuerdan los hechos del pasado pero no sirven mucho para transformar nuestra vida ni para inyectar pasión por el Reino. Pidámosle a ese Jesús, que pronto va a nacer, que nos dé fuerzas para vivir el amor de manera más audaz y creativa. Jesús nos sigue invitando a hacer del servicio al hermano necesitado una forma de vivir apasionadamente la vida.
Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.