Un espacio para caminar con Jesús
Oración de la mañana
Domingo 25 de febrero de 2024
Por: Herlinda Gamboa
Narra: Julitze Mayurel
CAFECITO DE LA ESPERANZA EN EL SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA
ORAMOS POR LA PAZ
Eres la riqueza de los pobres
Señor Jesús, «siempre nos das una nueva oportunidad para que podamos empezar a amar de nuevo”. Te transfiguras delante de Tus discípulos, tomas la iniciativa y los llevas a un monte alto para vivir una experiencia fuerte de oración en el silencio, la soledad, en la luz… En ellos estamos nosotros. ¡Cuánto nos amas! ¡Qué buen compañero de camino eres! Sabes que nos hace falta un encuentro transfigurador para conocerte de verdad.
Descalzamos nuestra mentalidad para ver lo nuevo. Al mirarte, descubrimos la belleza y alegría del Padre que brota de todo Tu ser, las dudas y resistencias de nuestro corazón quedan vencidas por Tu luz. Al verte me queda impresa Tu gran hermosura. Te miramos. Muéstranos Tu misterio, para que podamos abrazar Tu cruz. «Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí!». Orar es entrar confiadamente en el querer de Dios; de ahí brotan la luz y la alegría, la belleza del Evangelio, el pan, que se hace nuestro en una mesa común.
Poner los ojos en Ti y encontrar la libertad. Eres la riqueza de los pobres “Este es mi Hijo, el amado; escúchenlo”. ¡Tienes tantas cosas que contar! ¡Tanto amor para entregar al mundo! ¡Tanta alegría para sembrar en los corazones heridos! Solo podemos ser discípulos si te escuchamos. ¡Qué hermosa tarea: ¡Escuchar juntos el Evangelio, unidos también a los que no tienen esperanza! En Ti, el Padre nos lo ha dicho todo, nos ha comunicado su amor, nos ha dado a conocer su ternura, se ha acercado tanto que se ha hecho uno de nosotros. A solas contigo: este es nuestro camino de discípulos. Nuestro trato amistoso, amar, llevar la Cruz para que no se enfríe el amor. Anunciar el Evangelio. Siempre viendo la vida con Tus ojos, abrazando la cruz como expresión de amor, cantando a la vez que caminamos hacia la Pascua.
Con un grito que nos brota, al unir Cruz y Resurrección: Danos Tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.