Una Palabra Oportuna 3145

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Un espacio para caminar con Jesús

Oración de la mañana
Domingo 24 de marzo de 2024

Por: Herlinda Gamboa
Narra: Julitze Mayurel

CAFECITO DE LA ESPERANZA EN EL DOMINGO DE RAMOS. ORAMOS POR LA PAZ EN EL MUNDO

No podemos amar sin dejarnos amar antes por Ti.

Señor Jesús, mañana del Domingo de Ramos, ¡estrenamos seguimiento! El Rey ha llegado. No viene en carroza, con guardias o cortesanos que lo rodean. Te abres paso entre la gente sin dejar de lado a nadie, sin levantar barreras de seguridad o distancia. Entras desde la humildad de una borrica prestada.

Comenzamos nuestro camino con la fe renovada después de atravesar el desierto de Cuaresma, llamados a enfrentar las preguntas fundamentales de nuestro seguimiento: ¿Qué he hecho por Ti? ¿Qué hago por Ti? ¿Qué debo hacer por Ti? Servimos el café de este día con sencillez, alegría y esperanza. Te contemplamos crucificado.

Volvemos la mirada, te pedimos la gracia de reconocerte, Señor de nuestra vida y respondemos a Tu Amor Infinito con amor desde lo sencillo, desde lo que somos. Escuchamos los gritos de tantos que piden: ¡Crucifícalo! Nuestra oración comienza descubriendo y aceptando nuestra complicidad en Tu crucifixión y en tantas historias de crucificados. Participamos del griterío que crucifica Tu deseo de aliviar el sufrimiento de las gentes, escuchamos, en silencio, el grito de tu amor que puede permitirnos entrar en esta historia de Cruz salvadora.

Nos damos cita: Tú y nosotros, Tu amor hasta el extremo y nuestro pecado. No podemos amar sin dejarnos amar antes por Ti. Te crucificaron y se repartieron Tus ropas. ¡El Hijo de Dios en alianza con todos los despojados de su dignidad! Solo queda mirarle en los más pobres de la tierra, leernos en sus cruces, cubrir su desnudez con nuestro amor solidario. La oración verdadera lleva siempre consigo el compromiso y abre nuestros ojos para entender Tu verdad, Tu camino, Tu vida. Danos Tu amor y gracia que eso nos basta. Amén.

Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.