Un espacio para caminar con Jesús
Oración de la mañana
Viernes 23 de agosto de 2024
Por: Mireya Escalante
Es muy sencillo
(Mateo 22, 34-40)
Por qué será que a veces nos hacemos un lío y empezamos a poner leyes para todo, que las debemos cumplir. Además, muchas veces tenemos un concepto tan equivocado de cómo es Dios, lo convertimos en un dios, pequeñito y con minúscula. Lo concebimos como un juez implacable y hasta sádico porque nos pone muchas pruebas, ¡nos exige sacrificios!
La mayor parte del tiempo nos parecemos más a esos fariseos que no hacían sino vigilar a Jesús para ver, si se lavaba o no, las manos al comer, si bebía vino y celebraba con sus amigos, si hablaba con mujeres y en cada cosa que lo veían, ya le estaban diciendo que lo iban a acusar por incumplir las leyes.
Pareciera que nos gusta inventárnoslas, para aferrarnos a ellas creyendo que así somos mejores seguidores.
¡No! Es mucho más simple, y Él nos los dice: amarlo con todo nuestro ser. Amándolo, enamorándonos de Él, tendremos la clave para discernir qué hacer o no. Ese amor se hace vida en el que demos a los otros, a quienes nos aproximamos más porque gracias al amor, empezamos a verlos, a distinguirlos.
Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
