Un espacio para caminar con Jesús
Tips para discernir la realidad
Viernes 27 de diciembre de 2024
Por: Antonio Pérez Esclarín
Es un Dios amigo
La conmemoración mañana del Día de los Santos Inocentes, en que recordamos la matanza ordenada por Herodes de todos los niños menores de dos años en Belén, con la intención de acabar con Jesús, nos invita a superar esa visión edulcorada y superficial de la Navidad y comprender que desde su nacimiento, Jesús va a ser considerado una amenaza por los que se oponen a su proyecto de justicia y de amor.
El Dios de Jesús es un Dios cercano y misericordioso, que está siempre con los que sufren las desgracias y no con los que las causan. Es un Dios amigo de las víctimas y no de los victimarios, Dios está en el dolor de los que pasan estos días lejos de sus familias, en la tristeza de las madres a las que no les alcanza el dinero para comprar comida, juguetes y estrenos, en el sufrimiento de los presos políticos y en el llanto y dolor de los que los esperan fuera de las cárceles.
Es urgente que nos libremos de la imagen de ese Dios insensible ante el sufrimiento y nos convirtamos al Dios sencillo y misericordioso de Jesús. Dios no causa las desgracias sino que la sufre, Dios se esconde y se manifiesta en ese niño que no tiene donde nacer, que tiembla de frío sobre las pajas de un pesebre, que enseguida tiene que migrar y huir al destierro para salvar la vida, pues los poderosos lo persiguen para matarlo y, durante varios años, vivirá como un indocumentado en un país extraño.
Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
