Actitudes. Miércoles 17 de marzo de 2021.
Por Antonio Pérez Esclarín.
Necesitamos maestros de vida
Para que la educación, presencial o a distancia, contribuya a gestar personas verdaderamente humanas y ciudadanos productivos y solidarios, necesitamos maestros y maestras de vida. Qué vida pueden encontrar nuestros niños y jóvenes, con una enseñanza mutilada, con docentes maltratados y sustituidos por otros sin la debida formación, que no ofrecen respuesta a las cuestiones más inquietantes que anidan en el ser humano.
Difícilmente ayudará a crecer a los alumnos una enseñanza reducida a la repetición de información, en la que el docente puede ser sustituido por cualquiera, sin la formación adecuada o por el programa correspondiente del teléfono o de la computadora.
Nuestra sociedad necesita maestros, maestras y profesores de existencia, hombres y mujeres que enseñen el arte de abrir los ojos, maravillarse ante la vida e interrogarse con sencillez por el sentido último de todo.
Maestros, maestras y profesores, que sean tratados de acuerdo a la trascendencia de su trabajo, y que, con su testimonio personal, siempre en inquietud, contagien vida y ayuden a comprometerse en la construcción de un mundo cada vez más justo y fraternal.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.